Los «otros» partidos critican la ausencia de alternativas a Jácome

Miguel Ascón Belver
Miguel Ascón OURENSE

OURENSE

Pleno del Concello de Ourense, donde están representadas cinco fuerzas políticas
Pleno del Concello de Ourense, donde están representadas cinco fuerzas políticas Santi M. Amil

Más de siete mil votantes ourensanos se quedaron sin representación hace dos años

18 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La semana que viene se cumplen dos años de las elecciones municipales. Ese día 26 de mayo 7.704 ourensanos votaron a partidos que no obtuvieron representación en el Concello. ¿Qué fue de esas formaciones políticas tras el fracaso electoral? Algunas han desaparecido del mapa, otras siguen buscando su espacio y todas critican la situación en la que está la ciudad.

La izquierda a la izquierda del PSOE se presentó dividida en tres candidaturas y ninguna logró representación, ni siquiera Ourense en Común, que en el mandato anterior tuvo tres concejales. Ese espacio político está ahora «en reconfiguración», admite su candidato en el 2019, Martiño Xosé Vázquez. «A forma de entender a política de Jácome durante todos estes anos ten inoculado un virus na política ourensá que degrada as institucións, a función pública e a propia actividade política. O problema xa non é que Jácome sexa alcalde sen equipo, programa ou capacidade. O problema é que a súa forma de facer política ten penetrado tanto na práctica de quen debería ser a alternativa que por iso tres persoas seguen gobernando unha cidade de máis de 100.000 habitantes», dice Vázquez, centrado ahora en su profesión de arqueólogo.

La lista que él encabezaba logró 2.092 votos frente a los 1.468 que obtuvo la presentada por Podemos-EU. La lideraba el politólogo David Alvarado, que poco tiempo después se alejó del partido morado disgustado con su dirección. «A imbecilidade do alcalde sería anecdótica se polo menos houbese algunha xestión detrás, o que fora, para ben ou para mal. Máis inquietante son os que moven os fíos, quen deron apoio, e aínda o fan, de xeito indecente, ao bicho», dice Alvarado, que critica a las fuerzas de izquierda sin representación: «Mantéñense ausentes do debate público, deixando orfos e sen voz aos seus electores».

Siguiendo por orden de apoyos, Ourense Mellor logró 1.102 votos con el histórico sindicalista Etelvino Blanco, que pasó parte de la campaña ingresado en el CHUO y que falleció en julio de ese mismo año 2019. Pese a todo, su proyecto sigue vigente. Hace dos años se presentaron bajo el paraguas de En Marea, pero ya se han constituido como partido. Uno de sus miembros, el educador social Millán Brea explica que están contactando con otras candidaturas para un proyecto a nivel provincial que posibilite un cambio en la Diputación. Sobre la ciudad, dice que la situación es «catastrófica» y lamenta la falta de alternativa.

Otro de los proyectos que más atención atrajo en la campaña de las últimas municipales fue Vivir Ourense, una candidatura encabezada por el empresario Jorge Bermello Arce, hijo del exalcalde popular Jorge Bermello Fernández. Según asegura, el partido (que logró 1.041 votos en el 2019) sigue trabajando, aunque de un modo discreto, con la intención de presentarse de nuevo en los próximos comicios. «La pandemia fue un problema, pero seguimos activos y con las mismas ganas e ilusión», asegura el empresario, que censura la parálisis de la ciudad. «Los partidos políticos deberían dejar a un lado sus intereses y poner por encima de todo a la ciudad», dice.

«Jácome é moi habilidoso coa palabra, é un populista, pero a cidadanía ten que ver que Ourense está bloqueada. Está todo como estaba», añade Óscar Pérez Carral, que encabezó la candidatura de Espazo Común, el partido creado por Pachi Vázquez tras abandonar el PSOE. El carballiñés logró representación en su municipio, pero no en la capital, donde obtuvo 819 votos. Pérez Carral lamenta la falta de liderazgo de los socialistas en el actual contexto. «Están anestesiados», dice. Espazo Común consiguió más apoyos en las elecciones del 26M que Vox, que se tuvo que conformar con 729 votantes. Su entonces candidata, María Jesús Fernández, trabaja ahora para la estructura orgánica nacional del partido de Abascal, pero dice seguir con interés la actualidad política ourensana. «La ciudad está totalmente paralizada en todos los aspectos y los grandes perjudicados son los ourensanos», afirma.

La lista de candidaturas sin representación se completa, ya a bastante distancia, con otras cuatro formaciones. De algunas, como Adelante, del inmobiliario Benito Iglesias, no se ha vuelto a saber nada, y otras, como el Partido Por Un Mundo + Justo, siguen trabajando. Su líder, Rafael Manuel Fernández, tenía ayer una reunión por videoconferencia para abordar un plan de «repoblación». De la ciudad, le preocupa especialmente la parálisis en el ámbito social.

CRÓNICA POLÍTICA

Ciudadanos, de ser cuarta fuerza a luchar contra la irrelevancia

Las elecciones del año 2019 fueron las primeras municipales a las que se presentó Ciudadanos en Ourense. Su estreno salió bien porque el partido naranja logró 4.886 votos y se situó como cuarta fuerza en la corporación municipal (por encima del BNG y solo superado por PSOE, PP y Democracia Ourensana). Además, la formación logró representación en otros seis municipios, lo que se tradujo en un escaño también en la Diputación provincial. Casi todo el capital político logrado hace dos años se ha perdido en este tiempo, especialmente en los últimos meses.

El último episodio en la sangría naranja lo ha protagonizado el que fuera secretario de Organización del partido a nivel autonómico, Laureano Bermejo. En desacuerdo con la deriva de la formación a nivel estatal y gallego, la semana pasada abandonó Ciudadanos, aunque seguirá como concejal no adscrito en la capital. La misma decisión la tomó el pasado mes febrero Montse Lama, edila en Xinzo de Limia y diputada provincial. En este caso, las discrepancias tenían un origen local, relacionado con la gobernabilidad de la Diputación. A ella la siguieron los concejales que el partido tenía en Taboadela, Punxín, Vilar de Barrio y Maceda. Todos ellos mantienen su acta como no adscritos.

Así las cosas, de los nueve concejales que Ciudadanos consiguió en la provincia hace tan solo dos años, solo les quedan tres: dos en Xunqueira de Espadanedo y uno en la capital. Ese es José Araújo, que insiste en que los ediles que han abandonado el partido deben entregar el acta, como él hizo cuando se fue del PP.