Los niños tendrán habitaciones individuales en el hospital de Ourense

María Cobas Vázquez
María Cobas OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Los besos protagonizaron el Día del Niño Hospitalizado en el CHUO
Los besos protagonizaron el Día del Niño Hospitalizado en el CHUO SERGAS

El jefe de pediatría defiende que los progenitores intervengan de una forma activa en los ingresos prolongados

14 may 2021 . Actualizado a las 10:22 h.

Si estar hospitalizado supone un cambio en las rutinas que descoloca a los adultos (y que incluso desorienta a los mayores), para los niños puede ser duro psicológicamente por lo que implica de cambiar de casa. Por eso en la planta de pediatría del CHUO se busca conseguir que esas cuatro frías paredes del hospital se conviertan en el hogar del pequeño mientras estén ingresados. «Intentamos que el crío pase el ingreso de la forma más óptima posible, desde el punto de vista orgánico y también psicológico», explica Santiago Cebrián, jefe de Pediatría del CHUO.

Los dibujos pintados en las paredes, la posibilidad de llevar juguetes de casa o la presencia de los progenitores cuando los niños son sometidos a pruebas (por ejemplo, en las endoscopias los padres pueden estar hasta el momento de la sedación, para que el menor se sienta acompañado todo el tiempo) es fundamental en ese proyecto de humanización, que ya está en marcha. Pero todavía queda mucho por andar. El área de pediatría tiene gran capacidad de mejora, según el responsable del departamento, que espera que en el nuevo hospital las demandas que los profesionales han hecho llegar al Sergas sean ya una realidad.

«Nos gustaría que la zona de críticos estuviera más humanizada, y lo mismo con el área de neonatos, porque los prematuros pueden pasar hasta dos meses ingresados. También queremos que haya un espacio físico para los padres. Y que en los casos de las habitaciones de los más pequeños sean individuales, entre otras cosas para fomentar la lactancia», explica Santiago Cebrián. Y lo resume fácil: «Es la casa de los hijos, pero queremos que sea también la de los padres durante el tiempo de ingreso». El proyecto del nuevo hospital está en fase de revisión, y contempla ya los cuartos individuales en pediatría.

Cree que es fundamental sobre todo de cara a facilitar los cuidados de los menores. Y pone como ejemplo claro el de un recién nacido prematuro que pese 900 gramos. La perspectiva son 50 o 60 días de ingreso. «Queremos evitar desplazamientos. Nosotros aquí aplicamos el método canguro, para que los padres tengan a los prematuros en el regazo el mayor tiempo posible, y para eso es fundamental que tengan un espacio propio para quedarse. Intentamos que los papás intervengan de una forma más activa en los ingresos prolongados».

El año pasado estuvieron ingresados en el CHUO 1.681 niños, casi 700 menos que en el 2019 por la reducción de las causas respiratorias como motivo de hospitalización (primero por el confinamiento y después por el uso de mascarilla).