«Estamos nunha situación estable con tendencia decrecente», dice el gerente del área sanitaria, Félix Rubial
13 may 2021 . Actualizado a las 08:30 h.Entre la tarde-noche del lunes a la del martes, un total de 13 ourensanos recibieron la noticia de que están contagiados de coronavirus. Y eso eleva a 15.491 la cifra total de personas que se han infectado desde que el 8 de marzo del 2020 se conociese el primer caso en la provincia. Esos 13 nuevos casos forman parte de los 231 que están activos en el área sanitaria. La mayoría están en aislamiento domiciliario, aunque hay 14 personas que precisan tratamiento hospitalario: 11 están en planta y 3 en la uci.
Pese a los 13 nuevos casos, la curva vuelve a señalar bajada, ya que también se registraron 27 altas. Desde el inicio de la pandemia se han curado 14.844 ourensanos. Otros 417 se han quedado en el camino tras no superar la enfermedad. El último caso se conoció el martes, el de una mujer de 80 años que estaba ingresada en el CHUO.
«Epidemiolóxicamente estamos nunha situación estable, pero con tendencia decrecente. Hai unhas semanas era ao revés, crecente. Haberá que ver de aquí a 15 días o impacto do levantamento de restricións, pero a día de hoxe falamos dunha redución de casos activos, paulatina, lenta e progresiva, sen irrupción de grandes gromos», dice el gerente del área sanitaria, Félix Rubial. También se ve mejoría, añade, a nivel asistencial.
En el cómputo por ayuntamientos, la ciudad baja hasta los 86 vecinos contagiados, mientras que Laza se mantiene con 18 y Verín sube a 15. En Barbadás hay 14 casos activos, mientras que en Ribadavia tienen 8, y 5 en Xinzo, Toén, Cualedro, O Carballiño y Allariz. En O Barco de Valdeorras hay tres vecinos contagiados. En el resto de concellos se contabilizan tres o menos casos.
Dos brotes en Lobios
En Lobios, los datos oficiales de primera hora de la mañana señalaban seis casos activos, pero a medida que pasaban las horas la cifra subió hasta los diez. Y la previsión es que los contagios sigan aumentando porque continúa el rastreo de los contactos estrechos de los contagiados, a los que se les hace una PCR para detectar si también tienen covid-19. El foco se originó en el entorno de una familia que tiene un negocio, y se amplió al saltar a los trabajadores. «Despois de tantas semanas nunha boa situación, e coa tranquilidade que daba ter á poboación maior vacinada, agora que se relaxan as restricións levamos este mazazo, sobre todo polo tema turístico», dice la alcaldesa, Carmen Yáñez. Insistía en pedir a los vecinos que, ante el mínimo síntoma, llamen al centro de salud.