Tráfico confía en limitar los atropellos en el casco urbano con la nueva velocidad máxima
12 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Con la limitación general de la velocidad máxima a treinta kilómetros por hora en las vías urbanas, «pueden convivir perfectamente las bicicletas, los patinetes y los coches». Son palabras del alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, que aprovechó ayer un acto junto al subdelegado del Gobierno y otras autoridades para anunciar que el gobierno municipal está replanteándose su proyecto de crear un gran carril bici en la ciudad. El pasado mes de agosto el propio regidor había anunciado uno que cruzaría Ourense de norte a sur, desde A Ponte hasta Mariñamansa. Sin embargo, ahora entiende que, con la nueva ley, «de facto se consigue que todos los carriles sean carriles bici».
El subdelegado del Gobierno, Emilio González Afonso, señaló que el objetivo principal de la reducción de la velocidad máxima en las vías urbanas es dar más seguridad a los peatones y «humanizar a cidade». En el acto también intervino el jefe provincial de Tráfico, David Llorente, que puso el ejemplo de Pontevedra, donde la limitación a treinta kilómetros por hora lleva tiempo implantada. «Queremos reducir a sinistralidade e alí levan dez anos sen ningún falecido en vía urbana», dijo Llorente, que avanzó que esta semana la Dirección General de Tráfico desarrollará una campaña de vigilancia de las normas de velocidad. Se cederán radares al Ayuntamiento porque «os novos límites están moi ben, pero tamén hai que facelos cumprir».
En este contexto, Jácome fue preguntado por otros proyectos en materia de movilidad y dijo que el gobierno municipal está trabajando en la mejora de la seguridad en semáforos y pasos de cebra así como en la peatonalización o cambios de dirección de varias calles.