Umami y Sybaris 2.0 vuelven a abrir sus puertas después de meses cerrados
07 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Umami llevaba desde octubre cerrado. Dice su propietario, José Luis Fernández, que a las restricciones y cierres obligatorios se sumó la preocupación por las distintas olas. «Quería que pasase Semana Santa porque tiña medo a un repunte de casos maior que os anteriores. Agora que vexo que a cousa está controlada decidín volver», explica. Con él vuelven sus siete empleados. Lo hacen, dicen, con muchísimas ganas y con una carta completamente renovada, en la que han estado trabajando estos últimos meses. «A cabeza non para. Sempre nos caracterizamos por ter unha proposta culinaria diferente, combinando produto local con toques collidos da cociña internacional. Agora é moito máis besta», advierte. Entre esos platos nuevos está una panceta gallega a baja temperatura, sellada en la brasa y con un aliño pibil: «Ten a textura dun flan, derrétese na boca e explota o sabor». También hacen un atún rojo escabechado, una caballa marinada y ahumada, y han cambiado la pata de cordero por paletilla de lechazo. Apuesta especial es una falsa empanada de maíz. «Vai en frío. É unha galleta de millo rechea dun tartar de atún que está espectacular», dice José Luis. «Incrementamos a innovación porque é o que máis nos gusta: probalo todo e descubrir sabores», continúa. Siempre con un toque de brasa, el sello de la casa. Desde este viernes, en las mesas del restaurante, tanto en el interior como en la terraza, situada en la plaza da Magdalena de la capital, será posible degustar todas esas nuevas opciones. Algunas serán dulces, como una leche frita deconstruida o una macedonia de fruta fresca con gelatina de gin-tonic. Abrirán de 13.30 a 16.00 y de 20.00 a 22.30 hasta que las medidas permitan otro horario. «Tamén haberá opcións sen glute e sen lactosa», apunta el chef. Y lo más importante: «Quexemos involucrar aos clientes na experiencia gastronómica así que van ter que xogar con nós e divertirse».
Vuelve la degustación 2.0
Con el cierre de la hostelería de enero, Jacobo Mojón decidió echar la llave a su restaurante, Sybaris 2.0, de forma indefinida. «No tenemos terraza y dentro hay muy poquitas mesas por lo que no era en absoluto viable que el local siguiese funcionando», explica. Ahora que la relajación de las restricciones permite la apertura también en horario de cenas, el local ha vuelto a abrir sus puertas. «Volvemos con un menú diario y también con unos cuantos de degustación a la carta», como dice Jacobo. «Están pensados para que el cliente pueda probar varios de nuestros platos pero al mismo tiempo seleccionar los que más le apetezcan», relata. Entre sus elaboraciones destacan el mini kebab de cordero con salsa tzatziki, un brioche de pulled pork y lombarda o un lomo bajo de ternera gallega, boniato y seta shimeji. El negocio, situado en la calle Cardenal Quiroga de la capital, ha retomado la mayoría de sus servicios. Abren a mediodía, de 13.30 a 16.00 horas, y los jueves, viernes y sábados también por la noche, de 20.30 a 23.00. Pero no toda su oferta. «Teníamos una propuesta de platos sueltos pensada para disfrutar en mesas altas y acompañar de alguno de nuestros vinos -el local es también vinoteca- y esa todavía no nos ha sido posible recuperarla», dice Jacobo. Tampoco las catas, talleres y encuentros con bodegas y enólogos que solían proponer para fines de semana antes de que llegase la pandemia. Pero lo que está claro es que han vuelto, con su versión 2.0, ya casi 3.0 después de casi cuatro meses de cierre, y con más ganas que nunca. «Es un gran alivio estar aquí de nuevo porque este último parón se nos hizo muy duro. Somos patológicamente optimistas y creemos que todo irá a mejor», apunta el hostelero. «Estamos sintiendo el cariño de nuestros clientes y eso es lo más importante», termina.