El debut del grupo de 65 a 69 años: «Todos queremos ser los primeros en vacunarnos, falta paciencia»
OURENSE
El Sergas citó este jueves a más de 6.600 personas entre Expourense y los comarcales de Valdeorras y Verín
07 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.El Instituto Nacional de Estadística (INE) estima que en la provincia de Ourense residen más de 20.000 personas del grupo de edad que va de los 65 a los 69 años, el «grupo burbuja» que ayer inició su ronda de vacunación contra el covid-19. Y alguno de los citados en el recinto ferial de Expourense subía la cuesta contigua al edificio a viva voz: «Xa pensei que non me ían chamar!».
Luis Ángel Fernández, vecino de A Peroxa de 69 años, aguardaba pacientemente en la sala de espera tras recibir su primera dosis de AstraZeneca. «Na aldea isto lévase con máis tranquilidade. Hai outro tipo de liberdade», decía. Fernández recibió el fin de semana pasado el SMS que lo convocaba a dar su primer paso hacia la inmunización, pero él apunta a que la mascarilla será compañera de viaje de muchos durante un tiempo. Tres meses antes de que se iniciase la pandemia, viajó a Japón. «O que podías ver alí é que aquela persoa que non se encontra ben ou padece síntomas gripais, xa leva a protección facial na rúa ou o transporte público. Quizais aquí chegue tamén esa cultura», valoraba.
Para Elías González, residente en Maside y retornado tras 53 años en Madrid, la ilusión de recibir la primera dosis la espolea la posibilidad de ver pronto a sus hijos y nietos, que residen en la capital del país. A sus 69 años, «estoy esperando a que tengan más libertad para salir, para que puedan venir a casa». Quien más y quien menos, dejó los nervios en la entrada o después del cuarto de hora de espera pautado tras recibir la vacuna. Sara, Merche y María José, tres amigas de toda la vida, del jardín del Posío, recibieron su citación para el mismo día y acudieron juntas. «Y queremos destacar la organización, porque está muy bien hecho», apuntaban.
No muy lejos de ellas, una madre y su hija, ambas vecinas de la ciudad de Ourense, apelaban a la paciencia, ejercicio difícil de interiorizar tras un año y dos meses de idas y venidas contra el virus, pero que las dos veían necesario para que la lucha llegue a buen puerto. «Ya no digo con final feliz, porque hubo muchas muertes y aún hay alguna estos días. Parece que hemos llegado a verlo como lo habitual, y no puede ser», decía la más joven de las dos. Su madre, de 68 años, valoraba la primera dosis como «un paso adelante». Prevé que en tres semanas le llegará un nuevo mensaje de texto del Sergas para dar el segundo, también con AstraZeneca. «Todos queremos ser los primeros, pero al personal sanitario hay que darle tiempo. Falta algo de calma. Miremos cómo estábamos hace un año y cómo estamos ahora. Intentemos llevarlo con naturalidad», pedía.