Las ventas de la compañía ourensana cayeron un 42,6 % entre marzo del 2020 y febrero del presente año
28 abr 2021 . Actualizado a las 18:27 h.«Un año retador». Así definió Adriana Domínguez, presidenta ejecutiva de Adolfo Domínguez, el último ejercicio de la compañía ourensana coincidiendo con la presentación de cuentas, realizada este miércoles de modo telemático.
Según los datos ofrecidos, entre el 1 de marzo del 2020 y el 28 de febrero del 2021, la empresa sufrió una disminución en su caudal de ventas generales del 42,6 %, pasando de rondar los 115 millones de euros en el ejercicio anterior a quedarse en los 66. «Nos ha afectado mucho la clausura de la economía y las calles», apuntó la presidenta ejecutiva.
El director general de la firma, Antonio Puente, subrayó además que los confinamientos y otras medidas restrictivas derivadas de la situación sanitaria llegaron en los peores momentos: «Los cierres totales y parciales coincidieron con las épocas de venta full prize». De los 342 establecimientos que la marca tiene en todo el mundo, hasta un 60 % ha sufrido algún tipo de restricción horaria o de apertura, siendo las franquicias internacionales las que menos han sufrido el descenso. La filial japonesa retrocedió un 34,6 %, la europea un 38,2 % y la mexicana un 48,8 %.
El resultado operativo, medido según el indicador Ebitda, fue de -6,8 millones de euros. Y los números rojos que arrastraba la compañía son aún más rojos: Adolfo Domínguez acumuló en el último ejercicio pérdidas por valor de 19,3 millones de euros, frente a los 8,3 de un año antes.
A pesar de lo que fue, en palabras de Adriana Domínguez, «un año catastrófico para el sector», la compañía se mostró optimista en la presentación. Explicó la línea de transformación y evolución que seguirá, basada principalmente en el que fue el gran dato del ejercicio: un aumento de un 25,1 % en las ventas en línea, que han aportado un total del 20,7 % de la facturación. «Hemos decidido acelerar un cambio que ya habíamos empezado», subrayó Domínguez. La incidencia en Internet de la marca se reforzó con campañas de comunicación en redes sociales y la implementación del «ADN Personal Shopper», una especie de asistente de compra que funciona sirviéndose de una inteligencia artificial. Además, Adolfo Domínguez está llevando a cabo un proceso de optimización y reestructuración de su proceso de fabricación y venta.
ERE y renovación del consejo de administración
Es este proceso de reorganización de la producción, aseguran desde la compañía, uno de los motivos para el expediente de regulación de empleo (ERE) anunciado el mes pasado. Aunque la empresa se muestra optimista de cara al futuro, en palabras de Adriana Domínguez, «las expectativas son expectativas». Ahora mismo la firma tiene sobre la mesa 300 despidos, incluidos 117 trabajadores de la fábrica en Ourense. Las negociaciones se encuentran aún en una primera fase. «Estamos publicando unos resultados que son complicados. Las razones para realizar el ajuste son varias, entre ellas económicas y también organizativas», expuso la presidenta.
Por otro lado, la empresa ha renovado su consejo de administración con la entrada del antiguo consejero delegado de Prisa y ex director general de Vocento, José Luís Sainz Díaz. Sustituirá a Agnés Noguera, tras la renuncia de Liberty SA, a la que representaba.
Las retribuciones del consejo de administración bajaron un 16 % menos, porque se redujo el número de miembros. Y los altos directivos de la empresa han reducido su remuneración en un 2 %.