«En la ambulancia muchos confiesan que se contagiaron de coronavirus por no hacer las cosas bien»

María Cobas Vázquez
maría cobas O BARCO / LA VOZ

OURENSE

Domingo Barreira es técnico en emergencias sanitarias
Domingo Barreira es técnico en emergencias sanitarias Miguel Villar

Domingo Barreira trabaja como técnico de emergencias sanitarias en Ourense

24 abr 2021 . Actualizado a las 21:03 h.

Con tres décadas de experiencia como técnico de emergencias sanitarias, Domingo Barreiro hace balance de la pandemia y lo tiene claro: «Lo que ha pasado este año no ha pasado nunca. Ningún sanitario pensó lo que íbamos a tener que hacer». En marzo del 2020 todo explotó de repente y, confiesa, no estaban preparados para asumir tal cantidad de pacientes. Tampoco en lo que se refiere al traslado de positivos en coronavirus en la ambulancia. No era nada nuevo lo de tener que llevar infecciosos, pero nunca en esas cifras. «Antes llevábamos uno, dos o tres al mes, y de repente pasamos a 20 o 30 al día», cuenta Barreira. Era todo nuevo, y también los protocolos, que cambiaban constantemente.

«Al principio la locura fue la falta de material. Fue gastar EPI todos los días. A nosotros nunca nos faltaron equipos de protección, pero estuvimos al límite», señala. Ahora, la situación es mucho mejor; pero aún no hace tanto, en la tercera ola en máximos (en enero y también en febrero), estaban trasladando a pacientes a diario, de gente que había mejorado y regresaba a su casa para seguir la convalecencia. «Eran 20, 25 o 30 personas diarias; era una locura, todo el día vestido», relata.

Mentalmente tantos meses se están haciendo pesados. «Pensé que habíamos aprendido algo después de marzo del 2020... y veo que no», cuenta. Reconoce con resignación que lo de los aplausos ya quedó en el olvido. «Era por hacer algo diferente a estar en casa», confiesa. Y añade: «Al principio nos lo creímos; ¡qué ilusos!». Es tajante al afirmar: «La gente sigue siendo egoísta. Hay quien cumple, pero también quien no».

Barreira tiene claro que estamos en plena cuarta ola. Eso sí, reconoce también que en el ámbito sanitario esperaban que la subida fuese mucho más acusada de lo que está siendo. Asegura que la explicación está en los efectos de la vacunación. «Hacemos más traslados positivos de mediana edad que de avanzada», cuenta. Son gente que se va de alta tras haber estado ingresada, y también personas que llegan a urgencias por su propio pie y una vez que dan positivo vuelven a casa en ambulancia porque tiene que ir aislados. Después de cada traslado se desinfecta la ambulancia por completo, lo que supone un proceso de media hora. «Hay cada día un par de vehículos solo para eso, para no tener que parar toda la flota», explica.

El recorrido en la ambulancia es muchas veces el momento de las confidencias. «Cuando vas atrás con ellos y les preguntas cómo se contagiaron, muchos dicen que no se acuerdan y el resto dicen que no lo entienden porque han hecho las cosas bien», cuenta Barreira. Pero según la conversación va transcurriendo, es frecuente el cambio de respuesta. «Yo siempre les digo que somos cien trabajadores en la empresa y solo tres se han contagiado, y ha sido fuera del trabajo», cuenta. Y añade: «Está claro que lo hemos hecho bien; pero los que se han contagiado no lo habrán hecho tan bien, les digo... Y entonces muchos confiesan que se contagiaron por no hacer las cosas bien, porque quedaron con unos amigos o porque fueron a tal o cual sitio con mucha gente...».

Con una cuarta ola subiendo aunque sea con mucha menos fuerza que las anteriores, Barreira dice que todavía no se puede bajar la guardia. «Hay que seguir con la mascarilla y manteniendo las medidas de seguridad», señala. Y lanza un aviso: «Lo que más sentimos y notamos nosotros es que la gente se relaja algo de más en las terrazas».