José Ramón Amor Pan: «Asistimos al parte de muertes por coronavirus con una indiferencia brutal»

María Cobas Vázquez
m. cobas O BARCO / LA VOZ

OURENSE

Amor Pan presenta su nuevo libro esta tarde en Ourense
Amor Pan presenta su nuevo libro esta tarde en Ourense CESAR QUIAN

El doctor en Teología Moral presenta su nuevo libro esta tarde en Ourense

22 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

En octubre, con la segunda ola del coronavirus en ascenso, José Ramón Amor Pan (A Coruña, 1966) presentó su último libro, Bioética en tiempos del covid-19 de manera telemática. Hoy el doctor en Teología Moral y director académico de la Fundación Pablo VI en Madrid lo presenta en el teatro del colegio Salesianos de Ourense a las 19.30 horas.

-¿Cómo surge este libro?

-Yo lo escribo porque estaba cansado de oír aquello de que los seres humanos aprendemos de las crisis y salimos más fortalecidos. Y lo cierto es que los seres humanos solo aprendemos de las crisis si queremos aprender.

-¿Y hemos querido?

-Nos ha faltado humildad para reconocer que no hemos hecho bien las cosas.

-¿Quiénes?

-En general como sociedad, y también quienes tienen que tomar decisiones políticas. Hay que reconocer los errores y tirar para adelante, porque pandemias vamos a tener. El libro tiene el objetivo de obligarnos a pensar qué hemos hecho mal y cómo solucionarlo.

-¿Qué hemos hecho mal?

-Escudarnos en la complejidad y la incertidumbre de la pandemia, y vivirlo como una excusa más que como una exigencia para hacer las cosas con rigor. Y mal también no atender la urgencia del problema de una manera colaborativa. Ha habido mucho echarse las culpas unos a otros, en discursos vacíos; y no se tomaron decisiones que hubieran evitado miles de muertos.

-¿Cuáles?

-Haber confinado antes el país. Por cada día que se tardó hubo unos cuantos cientos de muertos más. Y cada vez que se ha ido a una desescalada, se ha ido demasiado rápido, desoyendo las recomendaciones de técnicos y científicos, provocando que la siguiente ola fuera peor que la anterior. Ahora esta desescalada está siendo más gradual, pero se ha querido correr mucho. Y esta historia de dolor no se cura fácilmente, porque hay mucho duelo enquistado. Todos estamos hasta las narices de la pandemia, pero o se dan pasos medidos o prudentes, o las secuelas serán muy largas.

-¿No aprendimos?

-En la tercera sí, y por eso ahora la desescalada es más lenta. Pero los datos cantaban. Y hay otra historia que me preocupó y por eso el libro, el mantra de la responsabilidad personal. El presidente del Gobierno y los presidentes autonómicos hablan mucho de responsabilidad individual, pero llevamos años cargándonos la ética de la virtud, enseñando a las nuevas generaciones que el Estado no tiene que ser coercitivo. Una de las cosas que no hemos aprendido es que hay que educar a la gente en la disciplina, en el autocontrol, que van en favor de la convivencia. Están saliendo novedades en el mundo de la ética, con libros de Victoria Camps y Adela Cortina, en los que coinciden en que una ciudadanía adulta en democracia exige virtudes cívicas, y la crisis tiene que dar un impulso la ciudadanía activa. Que la gente sepa que tiene derechos, pero también deberes.

-¿Qué ideas da en el libro?

-Tenemos que tomar conciencia de que tenemos un problema. Asistimos al parte diario de número de contagiados y de muertes con una indiferencia brutal. El personal sanitario está agotado. Y yo también pongo en valor el trabajo de los profesores, también titánico. No han estado expuestos en la primera línea de batalla, pero somos el único país del entorno que ha tenido el curso con normalidad. Es por el comportamiento ejemplar también de los alumnos, sobre todo los de infantil y primaria.

-Ahora se vislumbra el final, con las vacunas...

-No me gusta el manejo, no hay transparencia en los contratos. Las farmacéuticas están ganando una pasta y no lo podemos contabilizar porque no han querido que se publiquen los contratos con la Unión Europea. Y además de eso, ha habido un nacionalismo con las vacunas que no entiendo. ¿Por qué a la vacuna rusa no se le ha pedido lo mismo que al resto? Hay una prevención que no entiendo. Además, la pandemia no va a controlarse si no vacunamos África y América del Sur.