Javier Pérez Arocas se jubiló de su empleo como ordenanza en la ITV de Pereiro
12 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.El pasado miércoles 31 de marzo fue el último día en el que Javier Pérez Arocas, de 57 años, hizo, en el centro de la ITV de Pereiro de Aguiar, dos de las cosas que más le gustan. Barrer el suelo de la nave y sus exteriores -sobre todo de colillas, «aquí hay muchos fumadores», dice-, y pasar la máquina limpiadora para retirar todos los residuos provocados por el humo y el continuo entrar y salir de coches.
Tras 19 años de trabajo, Javier se jubiló de su empleo como ordenanza en SYC-Applus+, la empresa que gestiona la estación de ITV. Él asegura que le encantaba todo lo que hacía y que al llevar tantos años, la mayoría de los que fueron sus últimos compañeros entraron cuando él ya estaba allí. Coches y camiones habrá visto cientos de miles -«La tira de ellos. Todos los de Ourense», explica-, y a cenas con sus compañeros, habrá asistido en multitud de ocasiones. Según asegura Luisa Pérez, su hermana, en la ITV aprovechaban cualquier motivo para montar algún tipo de fiesta y Javier, como no, iba encantado.
Ahora, tiene más tiempo para disfrutar del baloncesto, uno de sus deportes favoritos -este ourensano solía frecuentar el Paco Paz para ver al COB- y de otras cosas como la buena comida y dar largos paseos. Pero no por ello va a dejar de lado la que durante 19 años fue su segunda casa. Afirma que volverá a menudo para «hacer una visita a unos cuantos», quienes seguro, esperarán que Javier entre por la puerta saludando a los que ya más que compañeros son en muchos casos sus amigos.
Javier fue uno de los primeros participantes en el plan «Son Capaces», una iniciativa que busca abrir ofertas de empleo para personas con discapacidad intelectual reconocida. El proyecto dio sus primeros pasos en el año 2000 de la mano de la Federación Gallega de Personas con Discapacidad Intelectual (Fademga), cuando se decidió cuál era el puesto de trabajo idóneo y se estableció un programa de actuación. Los candidatos asistieron a un proceso de selección en el que recibieron una formación teórica y práctica. Tras esto, se eligió a los que finalmente se desempeñaron como empleados y, una vez en el puesto, se les realizó un seguimiento desde un gabinete de psicólogos.
Después de 20 años trabajando en este proyecto de integración, el resultado está más que claro: los elegidos fueron y son empleados trabajadores y responsables, que se integraron perfectamente en sus entornos laborales, y Javier Pérez es el mejor ejemplo de ello.