La Xunta reevaluará la senda peatonal de Reza que rechazan los vecinos porque derribaría los cierres de 17 casas
26 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Los vecinos de Reza -los 17 más afectados, pero también otros, por solidaridad- han colocado crespones negros en los cierres de sus casas en protesta por las expropiaciones anunciadas para la ejecución de una senda peatonal. «Si les tiran los cierres, a esta xentiña la llevan a la sepultura», explica Puri Fernández. Sus padres, de 94 y 92 años, construyeron la vivienda hace más de medio siglo y están «muy alterados» por la situación, relata. Como ellos, la mayor parte de los afectados son ya mayores y se sienten indefensos, explica la presidenta de la Asociación 15 de Agosto, Sara Cruz. La Xunta ha querido mandar un mensaje tranquilizador y ha anunciado que convocará a los vecinos próximamente.
Desde la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade explican a La Voz de Galicia que el objetivo de esa reunión será el de «atender sus preocupaciones». Explican que los afectados han solicitado reuniones con los grupos políticos representados en la corporación municipal, pero quien puede darles solución es la Xunta, que es la Administración responsable del proyecto. «La intención es hacer la obra para solucionar problemas, no para crearlos», remarcan desde la Consellería.
Hay tiempo para modificaciones porque, por ahora, solo se ha publicado el decreto de expropiaciones. Sin embargo, ese trámite ha generado preocupación entre los afectados. José Manuel Lorenzo, marido de Puri Fernández, recuerda que el proyecto inicial preveía que la senda, además de peatonal, permitiese la circulación de bicicletas. Los vecinos rechazaban ese doble uso y la Xunta accedió a cambiar de planes para que fuese exclusivamente para peatones. Pese a ello, la ocupación prevista en la propiedad de sus suegros se incrementaría, afirma José Manuel Lorenzo, que asegura que «extraoficialmente» le han informado que el cierre se tendría que retranquear 2,17 metros en lugar del metro y medio previsto inicialmente.
Lo que más echan en falta los vecinos es información fiable y remarcan que no quieren dinero. «Lo único que queremos es que nos hagan unas aceras como las que hicieron en su día hasta la Casa Escola, más anchas donde se podía y más estrechas donde no», explica Eva Vázquez. La presidenta de la asociación vecinal, Sara Cruz, recuerda que esa era una reivindicación histórica y lamenta que la solución propuesta por la Administración haya traído hasta ahora más decepciones que alegrías. «Si siguen adelante con esto habrá depresiones y la mitad acabará muriendo de pena», dice Francisco José Fernández. La casa de sus padres, octogenarios, es una de las afectadas.
Debate político
Las expropiaciones para la senda peatonal han provocado en las últimas semanas un intenso debate político. El PSOE y el BNG han pedido la paralización del proyecto para atender las quejas vecinales. El Bloque insistió en ello con motivo de una rueda de prensa este jueves en la calle Marcelo Macías, otro lugar donde la Xunta está ejecutando obras, también con quejas. «Hai xente que cando ten que facer algo, fai algo, aínda que non sexa o que debe facer», lamentó el diputado Iago Tabarés, que también aludió en este sentido a la terminal de buses de la intermodal, la mejora del entorno del puente romano o el skate-park de O Couto. En este contexto, el PP acusa a socialistas y nacionalistas de una «vocación paralizadora» con los proyectos de la Xunta y, especialmente, con el de Reza.
Por otra parte, representantes de la asociación vecinal 15 de agosto se reunieron este jueves con el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome. El líder de Democracia Ourensana comprometió su apoyo a las reivindicaciones de los afectados.