El gobierno ourensano culpa al covid del recorte en la oferta de conciliación para Semana Santa

Aunque con la colaboración puntual de otros departamentos, el peso de los programas de conciliación del Concello de Ourense ha sido asumido tradicionalmente por el área de Asuntos Sociais, que es la encargada de organizar las actividades de los centros cívicos. En esta Semana Santa, el Ayuntamiento solo abrirá esos espacios para los niños que están apuntados durante todo el año y no se habilitará un plazo extraordinario de inscripción para las familias que únicamente necesitan el servicio esos días concretos, como sí ocurría en años anteriores. El concejal de Asuntos Sociais, Telmo Ucha, culpa del recorte al coronavirus.

Y lo hace por dos motivos. Por un lado, porque en febrero estuvo ingresado durante casi tres semanas por coronavirus y fue entonces cuando se organizó la programación de la única actividad de conciliación que oferta el Concello de Ourense para esta Semana Santa. «Se gestionó estando de baja yo», dice Ucha. El concejal también alude al covid-19 para explicar el hecho de que solo se oferten diez plazas, en este caso por las restricciones sanitarias. «No hay espacio, por distanciamiento social, para más», explica el edil en referencia al lugar elegido, las dependencias municipales de la Concellería de Igualdade, en el barrio de O Couto. «No creo que tenga que valorar todo aquello de lo que no soy responsable ni gestiono, me llega opinar de lo que sí lo soy o gestioné», dice Telmo Ucha al ser preguntado por otras posibles ubicaciones para haber ampliado la oferta. El concejal insiste en que él estaba de baja cuando se diseñó el programa y añade: «Si para el año es cosa mía y son necesarias mas plazas, sin duda así será».

La oposición critica

«Este es un microgobierno que no hace nada por las familias», lamentó este miércoles la socialista Concha García Lozano, que se pregunta por qué no se organizan, como en anteriores ocasiones, más actividades de conciliación en otros espacios municipales, como los centros cívicos, el Aula da Natureza o incluso en la ludoteca cerrada de As Lagoas. «El coronavirus no puede ser una excusa», dice García Lozano.

Precisamente, Eugenia Díaz Abella, concejala del PP responsable de Asuntos Sociais hasta la ruptura de la coalición con Democracia Ourensana, recuerda que el pasado verano ella sí organizó actividades en los centros cívicos pese a las restricciones sanitarias. «Se ve claramente que para una ciudad de 100.000 habitantes diez plazas son insuficientes», remarca la edila popular, que recuerda la necesidad de reforzar el área con más personal.

José Araújo, portavoz de Ciudadanos, se refirió por un lado a «colapso que sufren os servizos sociais en Ourense e, en xeral, todas as concellerías» y, por otro, a la «carencia total de sensibilidade do goberno con temas como a conciliación». Ofrecer diez plazas «sería o mesmo que non houbera ningunha», añadió. «Que o concelleiro se amose sorprendido e descoñeza o criterio para establecer a oferta do número de prazas é revelador do desinterese e da desidia deste goberno en relación coa conciliación», dijo, por su parte, Luis Seara, del BNG, que cree que «así seguiremos, por desexo do PP, ata final de mandato».

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