Juan García Costa, virólogo: «Con vacuna y sin vacuna, debemos seguir respetando las normas»

Pablo Varela Varela
pablo varela OURENSE / LA VOZ

OURENSE

MIGUEL VILLAR

Costa, que trabaja en el CHUO, señala que el covid-19 sorprendió por «su alta capacidad de contagio»

21 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

En junio del año 2003, la Organización Mundial de la Salud (OMS) investigaba en ciudades de Extremo Oriente si el primer coronavirus había provocado un simple brote o si se trataba del inicio de una pandemia. Como ocurrió en los inicios con el covid-19, dos de las incógnitas eran si aquel virus tendría una actuación muy marcada a nivel estacional, y también si evolucionaría o mutaría en caso de reaparición. Juan García Costa, virólogo en el CHUO y vocal de la Sociedad Española de Virología, señaló entonces, hace casi 18 años, una realidad que no ha cambiado a día de hoy: «El coronavirus tanto puede debilitarse como hacerse más dañino».

-Usted nos recordaba, hace ahora un año, las enfermedades transmisibles que tardaban meses en llegar a Europa desde Asia en los barcos de marineros del siglo XVI y XVII. Si la clave, pues, sigue estando en la movilidad, ante la globalización, ¿debemos aprender a convivir con pandemias de forma definitiva?

-Debido a los cambios socio-culturales y al avance en las comunicaciones a nivel mundial, cada vez estamos más expuestos a un contacto con vectores y hospedadores con capacidad de portar virus que pueden ser transmitidos a los seres humanos. El consumo indiscriminado y sin control de animales salvajes, y la cada vez mayor intrusión humana precisamente en hábitats salvajes con presencia de estos virus puede provocar una irrupción de posibles brotes en poblaciones humanas.

-¿Qué recuerdos le vienen a la cabeza del primer Sars que hizo acto de presencia en Hong-Kong, allá por el año 2003?

-Podríamos decir que fue un revulsivo y un aviso de lo que podía llegar a suceder. Debemos recordar, sin embargo, que no tuvo la incidencia y la importancia, ni este brote ni el posterior -el coronavirus de Oriente Medio-, que sí tiene la pandemia actual. Y esto también conllevó, a la postre, que este nuevo brote del covid-19 nos haya sorprendido tanto en su forma de expansión y su alta capacidad de contagio. Simplemente se pensó que sería un brote más, aislado y circunscrito a determinadas zonas geográficas.

-Las fórmulas para combatir las olas sucesivas, con matices, se han basado en cierres perimetrales por zonas y limitación de los contactos sociales. ¿Es factible que se sigan usando como medidas eventuales pese a las vacunas?

-Sin lugar a dudas, por el momento y creo que posteriormente, la única forma que tenemos de controlar la transmisión es manteniendo estrictamente las medidas de seguridad. Con vacuna y sin vacuna, durante mucho tiempo debemos seguir respetando estas normas.

-Y sectores cuya actividad está asociada en gran medida a los interiores, como hostelería o gimnasios, ¿deberán orientarse hacia exteriores y aire libre?

-Esta es una cuestión complicada y en la que se suman intereses contrapuestos. Dejando bien claro que lo más importante es la salud, se deben buscar fórmulas intermedias que nos protejan de la enfermedad pero que permitan asimismo una recuperación económica fundamental en una época pospandémica.

- ¿Es posible que la población haya malinterpretado la campaña de vacunación creyendo que se puede hacer la misma vida de siempre desde ahora?

-Puede haber un cierto grado de falsa seguridad, que es muy peligroso. En este sentido, repito, hay que mantener estrictamente las normas de seguridad que hemos mantenido por ahora hasta que no se consiga la erradicación casi total de la presencia del virus.

«Se ha observado una disminución de casos tanto de gripe como de otros virus respiratorios»

Las medidas de prevención dispuestas contra el coronavirus también cambiaron la dinámica de años anteriores con respecto a la incidencia de la gripe. García Costa apunta a que, además de las pautas de higiene, limpieza y el uso de la mascarilla, hay otros factores que también pueden haber ayudado a limitar su impacto entre el otoño y el invierno: «Hay una teoría controvertida, la del nicho ecológico, que no debe ser desechada a nivel de influencia. Esto es, que cuando un virus prolifera mucho no deja espacio para otros».

-¿Qué ha influido en el descenso de casos de gripe en este último año?

-En efecto, se ha observado una gran disminución de casos tanto de gripe como de otros virus respiratorios. No solamente en nuestro país, sino que también a nivel mundial. Y sin lugar a dudas, la toma de medidas de protección es el componente fundamental para que se produzca una disminución de casos de virus respiratorios. Lo que protege del coronavirus también lo hace contra otros virus.

-Usted insiste en que, a mayores de las pautas de protección ya conocidas, es imprescindible persistir en las campañas de vacunación porque «no podemos prever si la situación actual será cambiante».

-Naturalmente. Y tampoco podemos prever su duración. Es imposible predecirla. Lo que debemos recordar es que tanto la gripe como el virus respiratorio sincitial (VRS) son infecciones recurrentes anuales. Probablemente, en el momento que disminuyan las medidas de seguridad observaremos una reaparición de los casos.