Los 365 días del auto covid-19 del CHUO: «Hemos hecho hasta 2.000 PCR en una jornada»

Pablo Varela Varela
pablo varela OURENSE / LA VOZ

OURENSE

MIGUEL VILLAR

El circuito de pruebas diagnósticas del Santa María Nai cumplió ayer un año desde su puesta en marcha

19 mar 2021 . Actualizado a las 09:54 h.

«Si lo entendemos como un aniversario, la verdad es que sería mejor no haberlo cumplido. Es agridulce», razona Míriam Vázquez, una de las supervisoras del auto covid-19 del CHUO, que ayer cumplió un año desde su puesta en funcionamiento. Si el tiempo pasó muy rápido o muy lento desde entonces, eso es algo que queda al juicio de cada uno. Lo que sí recuerdan los sanitarios que estaban allí ese 18 de marzo es la primera PCR que se realizó en el circuito, ubicado tras el Santa María Nai. Vázquez, de hecho, fue una de ellas. «No la hice yo, pero estaba a cinco metros del paciente. Fue casi como una escena a cámara lenta con los ojos muy abiertos, pensando: ‘¿Se quejará cuando se le introduzca el bastoncillo?’. Es un día que nos suele venir a la memoria por los nervios del momento. Se había montado un dispositivo que nunca antes habíamos hecho», cuenta.

Se escogió la parte trasera del Santa María Nai por su discreta ubicación, con un trazado muy claro de entrada y salida. «Fue casi que corriendo, buscando qué sitio se podía seleccionar de entre todo lo que había idóneo en la zona del hospital que se adecuase a esta novedad», dice Vázquez. Se lo encontraron a las puertas del laboratorio de Microbiología, a solo un paso. «Pero fue al poco de iniciarse el estado de alarma, y todo era nuevo», dice Vázquez. Ni así fue sencillo, porque el hecho de estar en las proximidades del antiguo tanatorio generaba angustia a más de uno, y vencer esas sensaciones extrañas en plena pandemia tampoco fue fácil.

Una veintena de trabajadores integra la unidad que realiza las pruebas diagnósticas en el circuito, pero llegaron a ser casi 30 en las fases más agudas de la pandemia. Por ejemplo, durante el mes de enero, tras el desmadre epidemiológico derivado de las fiestas de Navidad.

Del auto covid-19 a los cribados

El descenso de la curva de la tercera ola también tiene su repercusión en el número de pruebas que realizan en los últimos días en el auto covid-19 del hospital de Ourense. Ayer, por ejemplo, el personal del circuito estimaba en 150 las que se llevaron a cabo, lejos de jornadas donde el total del día se iba bastante más allá del millar. «Ahora mismo estamos en un mes con un nivel un poquito bajo, pero hemos llegado a hacer hasta 2.000 PCR en el mismo día», estima Míriam Vázquez. Lo contaba desde el pabellón polideportivo municipal de Maside, donde el Sergas ejecutó ayer un nuevo cribado. Para ella, otro más en su cuenta desde que comenzó la pandemia. La semana pasada le tocó desplazarse hasta el municipio de Vilardevós, aún bajo medidas restrictivas de nivel extremo por su evolución epidemiológica reciente. «Coincidiendo con algún cribado poblacional como estos, con centenares de personas citadas, hemos llegado a realizar unas 5.000 PCR en un día», calcula.

«El servicio de las pruebas de tipo diagnóstico ha crecido de forma exponencial»

Cuando el auto covid-19 del CHUO arrancó motores, de cada citado que pasaba por el circuito se recogían dos muestras: una, para su análisis en el hospital de Ourense; la otra, para enviarla a los laboratorios del Instituto Carlos III, en Madrid. La idea por aquel entonces, además de que disponer de dos diagnósticos era bastante mejor que contar solo con uno -para estrechar el cerco desde el primer minuto sobre positivos confirmados-, también pasaba por facilitar todos los datos posibles a la capital del país de cara a futuros estudios epidemiológicos sobre la transmisión y circulación del virus a escala provincial.

«El servicio de las pruebas de tipo diagnóstico ha crecido de forma exponencial», afirma Míriam Vázquez. De los test de tipo orofaríngeo y nasales se pasó, con el tiempo, a efectuar únicamente los segundos. Y de los nervios del inicio a la realización de las pruebas, también palpable entre los pacientes, el personal sanitario fue ganando en soltura con el paso de los días: «Hay muchos factores que intervienen en este proceso: nos encontramos a gente que viene muy tensa, y también depende de la anatomía propia de cada nariz».