Condujo su moto ebrio y sin carné, y tras tener un accidente pidió un taxi para irse a casa

El ya amplio historial judicial de Jonathan C. Á. suma una nueva condena. Este jueves la magistrada del juzgado de lo penal 1 de la capital ourensana impuso a este acusado una pena de once meses de prisión tras confesarse él mismo responsable de dos delitos contra la seguridad vial cometidos en la noche del 20 de septiembre del 2019.

Ese día, poco antes de la una de la madrugada, el acusado cogió su moto y pese a que tenía el permiso de conducir retirado desde tres años antes, arrancó y condujo por la carretera que comunica Ourense con Ponte Noalla. El problema fue que previamente había ingerido bebidas alcohólicas, lo que motivó que antes de llegar a su destino perdiera el control de la moto y se saliera de la carretera.

Tras el accidente, y seguramente con la intención de no ser visto por las autoridades, el acusado pidió un taxi para regresar a su casa, pero cuando estaba entrando en el portal fue interceptado por los agentes de la Guardia Civil, quienes viendo su estado le conminaron a realizar la prueba de alcoholemia. No quiso hacerla el acusado, si bien los agentes tomaron buena nota de los síntomas que presentaba, como halitosis alcohólica, habla pastosa y «movimiento oscilante de la verticalidad del cuerpo».

Tras el incidente el conductor, que tiene 31 años, fue acusado de dos delitos contra la seguridad vial por los que inicialmente se reclamaban dieciséis meses de cárcel, ya que al conductor se le aplicaba una circunstancia agravante de reincidencia. Eso sí, tras reconocer los hechos, las partes llegaron a un acuerdo de conformidad que redujo la condena a once meses de prisión, así como la privación para conducir vehículos durante cuatro años.

Recoge el escrito de acusación que antes de estos hechos el acusado ya había sido condenado por circular con el permiso retirado.

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