La Morena y la Guardia Civil, a la par en el entroido de Laza

Pablo Varela Varela
Pablo Varela OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Quique Lorenzo

La localidad asistió este lunes a una celebración simbólica de su identidad

16 feb 2021 . Actualizado a las 13:22 h.

En Laza, más de uno respira hondo al remontarse a los años de la Guerra Civil y la dictadura, porque ni siquiera entonces se apagó el espíritu del entroido. Hay orgullo en la localidad, que no pierde su tradición y se reinventa en tiempos de pandemia. Este año nadie fue en busca de los hormigueros, pero sí recorrieron las calles varios peliqueiros y también la Morena, que siguió fiel a su cita en la bajada desde Cimadevila. No cargó, eso sí, contra nadie. Mientras descendía se escuchaba el viento, cuando otros años lo hacía entre el griterío.

Un peliqueiro corre entre varios agentes de la Guardia Civil
Un peliqueiro corre entre varios agentes de la Guardia Civil OURENSE

«En cierta manera es algo histórico por los tiempos que vivimos. Pero se hizo con todas las medidas de seguridad y respetando la distancia social», expone Jorge Lorenzo, vecino de Laza.

Bajo la máscara iba Lolo González, cuya familia guarda en su taller más de un siglo de historia. La Morena antigua, por ejemplo, quedó fuera de juego hace tiempo, «descansando», según bromea Lolo. Y la que bajó este lunes tiene alrededor de 30 años de vida, tantos como vivencias en entroidos multitudinarios muy distintos a este, en el que apenas se veían una treintena de personas por las calles, repartidas a lo largo del pueblo.

Pero cayó el día, y con el ocaso apareció Lolo. Ya de buena mañana vio cómo llegaban seis coches de la Guardia Civil a las inmediaciones de Laza. Si se bajaría o no a la Morena habría que decidirlo sobre la marcha. Y pudo el sentimiento, a sabiendas de que esta ocasión tenía un carácter simbólico, sin más pretensión que mantener la identidad de siempre aún con las calles semivacías. «Ó contrario que outros anos, esta vez a Morena non se podía arrimar a ninguén», decía riendo Lolo. «Fixemos o paripé de quitala por non perder a costume de tantos anos, pero eramos moi poucos, gardando a distancia de seguridade entre todos», cuenta.

Los miembros de la Guardia Civil, explica, «portáronse moi ben con nós e axudaron moito durante a xornada». «Dixéronnos: ‘Mellor non se puido facer'. E un ano más, a máscara sobrevive», agrega Lolo. Porque la máscara de la Morena, es algo que va más allá del misticismo. Honra también a más de un antepasado de quien la porta.