Lo excarcelan el mismo día del juicio al haber cumplido en preventiva el tiempo de condena

La Voz OURENSE

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MIGUEL VILLAR

El acusado, de 76 años, quebrantó un alejamiento el día después de que se le impusiera

13 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Muchos investigados esperan con nerviosismo el día en el que deberán sentarse en el banquillo de los acusados, sobre todo cuando ya llevan un tiempo privados de libertad. Pero para el hombre que este viernes fue juzgado en el Penal 1 de la capital ourensana ese día resultó finalmente ser una jornada de alivio, ya que tras seis meses en la cárcel fue puesto en libertad a las pocas horas de comparecer ante la jueza.

Y no fue porque haya resultado exonerado del delito por el que se le detuvo y se decretó su ingreso en prisión, sino porque la condena que se le ha impuesto es equivalente al tiempo que lleva en preventiva. Sus cuentas con la justicia, por tanto, están salvadas, al menos de momento.

Así se lo explicó la magistrada Blanca Díez al acusado, que declaró por videoconferencia desde la prisión provincial de Pereiro de Aguiar. La togada informó al reo de que podría volver a su domicilio, si bien antes de eso el imputado, Luis P. P., de 76 años, se había confesado autor del delito de quebrantamiento de condena por el que fue arrestado el pasado 12 de agosto en la localidad de Lobios.

Ese día agentes de la Guardia Civil lo habían localizado a las puertas del domicilio de su mujer, de la que tenía una orden de alejamiento. Esa medida cautelar, precisamente, le había sido impuesta al septuagenario el día anterior, y según consta en autos apenas tardó unas horas en incumplirla, ya que lo hizo nada más salir del cuartel en el que había pasado unas horas retenido y después de que los agentes del instituto armado lo hubieran dejado en su domicilio.

Denuncia por malos tratos

El acusado había sido detenido un día antes de los hechos, después de que su mujer denunciara que durante los años de matrimonio, más de cincuenta, él la había sometido a malos tratos habituales y que días antes de que ella se atreviera a dar el paso y acudir a las autoridades, la había agarrado por el cuello tras una discusión, intentando ahogarla y amenazándola con un cuchillo. La denuncia motivó que ambos tuvieran que acudir al juzgado, así como algún testigo, y tras escucharlos la magistrada dictó una orden de protección hacia la víctima. El marido no podría acercarse a menos de 300 metros de ella, si bien en cuanto salió del cuartel incumplió esa orden presentándose en casa de ella, por lo que se ordenó su ingreso en prisión. En la condena ahora impuesta se ha tenido en cuenta que padece un problema de adicción al alcohol.