«Las restricciones son difíciles pero la población ya entiende las normas»

OURENSE

MIGUEL VILLAR

La secretaria de la delegación territorial de la Xunta en Ourense, Silvia Dorado, transmite a los cuerpos de seguridad las medidas de la administración autonómica

07 feb 2021 . Actualizado a las 14:39 h.

Es la encargada de descifrar el Diario Oficial de Galicia y de aclarar las dudas que pueda haber para la aplicación de la normativa autonómica que se aprueba en las reuniones semanales del comité clínico del covid. Silvia Dorado, secretaria de la delegación de la Xunta en Ourense desde el año 2015, tiene desde octubre el rol de representar a la administración autonómica en el Cecor, el centro creado en la Subdelegación del Gobierno para coordinar las actuaciones de los cuerpos y fuerzas de seguridad para la aplicación de las medidas derivadas de la situación epidemiológica. Esta limiana, licenciada en Derecho y funcionaria del grupo A1 de la Xunta, les lleva al resto de miembros del Cecor un resumen «colorido», ríe, de cada nueva orden. Y aunque los temas de esas reuniones son la organización de dispositivos de control, repaso de sanciones o infracciones, Dorado considera que, en general, salvo casos puntuales, la mayor parte de la población cumple con las restricciones. La comunicación entre administraciones es fluida.

-¿Cómo vamos en el territorio ourensano en la guerra contra el covid?

-No me aventuraría a decir que ya está bajando la incidencia. Los datos indican que estamos en una meseta, con una tendencia descendente.

-¿Como funciona ese centro de coordinación?

-La primera reunión fue el 7 de octubre, con el cierre perimetral de Ourense y Barbadás. Hay una colaboración absoluta entre administraciones, la comunicación es fluida y son encuentros productivos.

-¿Marca la pauta la Xunta, como administración competente en las medidas, en estas reuniones?

-No las organiza la Xunta, son convocadas por la Subdelegación del Gobierno. Lo que sí se  transmite desde la Xunta son las decisiones que salen del comité clínico. Las pautas sobre los controles son los cuerpos de seguridad quienes aconsejan cómo llevarlas a cabo. Yo puedo decir, por ejemplo, que se haga un control en la rotonda de Os Remedios, pero las policías conocen mejor dónde hacerlo. Yo les agradezco su trabajo y dedicación.

-A simple vista ya se aprecia en ciertos momentos del día menos gente circulando por la calle. ¿Constatan en todo caso un verdadero descenso de la movilidad?

-La movilidad está bajando y ya se notaba después de Navidad. Guardia Civil y Policía Nacional ya notificaban una disminución de la movilidad y de vehículos que tengan que mandar de vuelta.

-¿Cree que la población entiende esta sucesión de múltiples reglas restrictivas?

-Las restricciones son difíciles. Cuando se establecieron las medidas del 7 de octubre, los teléfonos no paraban de sonar. Ahora, mayoritariamente, la población ya entiende las normas, aunque no al dedillo. También existe mucha picaresca.

-¿Cree que funciona mejor la sanción policial o el control social?

-Existe el control social. Y los cuerpos de seguridad también hacen esa labor de información y de persuadir al ciudadano. Es una labor que ya está hecha. Y la población cumple en la mayoría de las ocasiones. Siempre hay alguno que se salta las normas, pero suelen ser los mismos.

-¿Han analizado cuáles son las medidas más efectivas en Ourense? ¿Se ha generalizado el modelo Carballiño?

-El modelo Carballiño se estableció con una incidencia alta de casos y se consiguió una rápida bajada. Se hizo un seguimiento de medidas pero ahora es un conjunto, que es igual para toda Galicia. Ourense puede tener alguna peculiaridad, como la frontera de Verín, donde se pueden dar otro tipo de incumplimientos.

-¿Qué efectos tuvieron las variaciones de horarios para el toque de queda?

-Por lo que dicen los cuerpos de seguridad, la gente no se salta el toque de queda así porque sí. No hay tantas dudas como con otras normas. En Navidad, solo se amplió los días de las celebraciones.

«Hubo casos de fiestas en Navidad que se conocieron por la colaboración de la ciudadanía»

Esta letrada de la Administración autonómica constata que esta época del covid está siendo «exigente». Un día normal para Silvia Dorado empieza leyendo los diarios oficiales, aunque a veces alguna compañera ya le señala lo importante, reconoce; devolviendo llamadas y despachando con el delegado para hablar de los asuntos pendientes, como pueda ser los actos -ahora casi inexistentes- de agenda. En su caso, de los pocos que quedan, estas reuniones del Cecor. Por ahora, después de estar varias semanas en vilo ante cada cambio, hay «estabilidad» en las restricciones hasta el 17 de febrero.

-Hay Concellos que han delegado la tramitación de las multas en la Xunta. ¿Las sanciones se ejecutan? Porque ha habido sentencias de que no se puede multar a alguien solo por salir.

-La Xunta llegó a un acuerdo con la Fegamp para que los Concellos pequeños pudieran delegar la tramitación y ya se están adhiriendo algunos, como O Barco. Otros como Barbadás dicen que las pueden tramitar por sí mismos. Y sí, las sanciones se ejecutan. Salvo casos puntuales, normalmente la gente cumple.

-Concellos como Xinzo piden a los ciudadanos que informen si saben de reuniones ilegales. ¿Notan Ayuntamientos reacios a enfrentarse con sus vecinos para restringir la movilidad?

-Nunca escuché quejas ni las policías locales ni de los alcaldes. Quieren colaborar y lo hacen de forma excepcional, sea cual sea su color político. Les preocupa enfrentarse a los vecinos, pero más les preocupa la salud. Recomendaciones como la de Xinzo, en un mes como el que estamos para los que somos entroideiros, son para evitar reuniones en estas fechas. En Navidad, hubo casos de fiestas en lugares públicos que se conocieron por la colaboración de la ciudadanía. Y se controlan.