«Estando ingresado no hospital chegou un compañeiro e non o recoñecín do mal que viña»

María Cobas Vázquez
m. cobas O BARCO / LA VOZ

OURENSE

Imagen de una desinfección reciente en Verín
Imagen de una desinfección reciente en Verín Santi M. Amil

Manuel Hilario Rolán es uno de los 3.107 ourensanos que se han curado de coronavirus desde que comenzó el año

06 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde que comenzó el año, 3.107 ourensanos han recibido el alta tras contagiarse de coronavirus. Uno de ellos es Manuel Hilario Rolán, un vecino de Verín que ya disfruta de la vuelta a la normalidad tras haber superado la enfermedad sin secuelas. No puede decir lo mismo de algunos que compartieron estancia con él en el hospital comarcal.

«Eu entrei un xoves e estaba eu só na habitación, pero despois a fin de semana aquilo foise convertendo no inferno. O persoal dicía que non daba feito, que non ían chegar as habitacións de tantos ingresos que había», relata. El hospital pasó en apenas una semana de tener dos pacientes ingresados por covid a 11, muchos de ellos procedentes de la residencia Santa María, con un importante brote activo. Entre los que llegaron aquellos días había un viejo amigo de Manuel. «Viña tan mal que nin o recoñecín», explica. Él para entonces ya estaba bien, «e iso que a primeira noite non sei que pasou, pero díxome o doutor Soto que de noite me puxen moi malo; pero tiraron por min e aquí estou», cuenta.

Tres días de complicaciones

Ya está de vuelta en la finca, trabajando tal y como hacía antes de aquel 14 de enero en el que todo se complicó. Para entonces, hacía tres días que Manuel no se encontraba bien del todo. Tenía tos y una sensación continua de frío. Fue al llegar al punto de que casi le costaba respirar cuando decidió llamar al 061. Para entonces le había subido mucho la fiebre. Una ambulancia lo trasladó desde la aldea en la que vive hasta el hospital, donde quedó ingresado.

«Eu pensei que era unha gripe, pero daquela xa me fixeron a proba e souben que era coronavirus», relata. Tras aquella primera noche problemática, «engrasáronme e fun marchando ben», explica el hombre, de 71 años, que hace del humor bandera. De hecho, asegura que echarse unas risas fue lo que le hizo más llevadera la estancia en el hospital. Sobre todo los cuatro últimos días. Para entonces se encontraba mucho mejor y, además, le pusieron de compañero de cuarto a un conocido con el hizo muy buenas migas, así que ambos tiraron de optimismo para hacer más llevadero el ingreso hospitalario. «Non eran vacacións, nada máis lonxe, pero pasámolo ben, oxalá puideran todos pasalo así», asegura.

Es consciente de que no todos los positivos tienen una evolución como la suya, y por eso llama a la cautela, porque uno nunca sabe dónde puede infectarse. Él mismo asegura no saber cómo pudo contagiarse. «Temos unha finca grande, así que apenas saímos do pueblo. E para pasear imos polas carreteras de por aquí, que case non vemos a ninguén», señala. Se refiere a él y a su mujer, que no se contagió. De hecho, asegura que en la aldea fue el único caso.

«Aquí en Monterrei ou en Vences caeron pobos enteiros», dice Manuel. Pero no en su aldea, por eso, sigue sin saber cómo se contagió. Y no tiene más que palabras de agradecimiento para todo el personal del hospital comarcal de Verín. «Son unha marabilla; estiveron todo o tempo pendente de nós», relata. No solo de él, también de su mujer, que asilada en casa recibía llamadas diarias desde el Centro de Seguimento de Casos para interesarse por su evolución.