«Aunque superes un cáncer no puedes evitar pensar, ¿y si vuelve?»

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

OURENSE

Miguel Villar

La ourensana Chefi Fernández luchó contra la enfermedad en tiempos de pandemia

05 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Fue en febrero del 2019. Le tocaba hacerse una mamografía y a los pocos días de realizársela, a Chefi Fernández le sonó el móvil. «Tendría que venir cuanto antes por el hospital para hacerle algunas pruebas más», le dijo una voz amable al otro lado del teléfono. En el mismo mes tuvo su diagnóstico: cáncer de mama en grado 2, afectando a ganglios linfáticos del brazo izquierdo. Hizo falta una intervención quirúrgica para extirpárselos y sesiones de quimio y radioterapia. Luego vino un año de inmunoterapia y ahora está a punto de cumplir los dos desde que comenzó su lucha, Chefi es una paciente libre de enfermedad. «Estoy contenta, pero temerosa. El cáncer te hace cambiar completamente y creo que no vuelves a ser la misma persona. Te demuestra que te puede pasar a ti y entonces, aunque lo superes, no puedes evitar seguir pensando siempre, ¿y si vuelve?», dice.

Entre medias, esta ourensana de 58 años sufrió un desprendimiento de retina, en unas semanas la operarán de cataratas, y todo sobrellevando una pandemia. «Lo peor era tener que ir sola a hacerme las pruebas o el tratamiento, en esos momentos necesitas la compañía de alguien a quien quieres», explica. Recibió el cariño de sus seres queridos a diario, con llamadas, vídeos y mensajes, y también el apoyo de la AECC. «Están muy pendientes de mí. Una voluntaria de la asociación me llama dos veces por semana, es increíble lo muchísimo que me anima y cómo me cuida. Me apoyo muchísimo en ella porque es muy alegre», cuenta. Y eso que su ánimo todavía está un poco bajo y recuperándose: «Me encuentro bastante cansada y siento que he perdido fuerza y energía», admite. Aún así, el pasado de Chefi, en el que hay varias operaciones por miomas en el útero y en los ovarios, y otra intervención en la columna vertebral, demuestra que es una mujer fuerte y luchadora, que ha sabido siempre salir adelante. Es también habladora, trabajadora, muy cercana y cariñosa.

Chefi empezó la pandemia viviendo sola. «Tenía miedo, claro, sobre todo durante el estado de alarma. Me afectó bastante, especialmente no poder ver a mi madre, al resto de mi familia y a mis amigas», explica. Uno de sus grandes apoyos en todo ese tiempo fue su gato, Nilo. «Lleva conmigo desde que caí enferma y me ha ayudado mucho. El tener que cuidar de él me ha hecho sentirme capaz. Es increíble lo que aportan los animales, la verdad. Además es un juguetón y siempre me reclama atención», admite. Hace unos meses su tía se mudó con ellos. «Estoy pendiente de ella y nos hacemos compañía», añade. En esta tercera ola de covid han decidido extremar la prudencia y apenas salen a la calle. «La comida la pedimos todos los días la cafetería Paparazzi, así no tenemos que cocinar ni que ir al súper», cuenta. Le gusta ver series, ahora está engancha a Madre y Love is in the air, no perdona las siestas y se toma la vida con calma.

A Chefi ahora le hacen pruebas cada tres meses para comprobar que todo sigue bien. Tiene un linfedema -una inflamación que se produce cuando el sistema linfático no es capaz de drenar- en el brazo izquierdo provocado por la falta de ganglios que le quitaron. «Estoy esperando a que me llamen del centro de Piñor para comenzar la rehabilitación», explica. Algo que piensa, debería haber comenzado ya. Beatriz Rodríguez, psicooncóloga de AECC de Ourense le da la razón: «Varias pacientes están teniendo problemas para que se dé respuesta a los linfedemas, sobre todo, a raíz de la pandemia». La situación sanitaria que ha acarreado la llegada del covid-19 también ha puesto de manifiesto las dificultades económicas a las que tienen que hacer frente algunos pacientes. «En mi caso he podido hacerme cargo», dice Chefi. Este año, en el Día Mundial en la Lucha contra el Cáncer, la AECC puso el foco en la búsqueda de la equidad. «Pedimos que se destinen partidas específicas y de mayor protección social a las familias en las que hay un enfermo de cáncer. Los gastos económicos ligados a esta enfermedad provocan situación de pobreza en un 25 % de la población hoy en día y hay que corregirlo», termina Beatriz Rodríguez.