Se enfrentan a una petición de 18 meses de cárcel por dejar morir de hambre a cuatro gallinas

La Voz OURENSE / LA VOZ

OURENSE

m. v.

Los acusados aseguran que se ocupaban de los animales y atribuyen las muertes a un ataque de alguna alimaña

03 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Una condena de 18 meses de cárcel, como responsables de un delito de maltrato animal, solicitó este martes el representante de la Fiscalía de Ourense para dos imputados, padre e hijo, a los que se acusó de haber dejado morir por falta de alimentos a cuatro gallinas, provocando esta falta de atención también consecuencias en una perra de su propiedad.

Los hechos se remontan a febrero del 2019, cuando los agentes de la Guardia Civil de Luíntra recibieron una llamada anónima, en la que se advertía de la presencia de animales muertos en una finca. «Había un fuerte olor a cadáver» recordó durante la vista uno de los agentes que respondió al aviso, constatando que además de las gallinas, «en estado de descomposición», se encontraron en el terreno con una perra que se encontraba atada con una cadena, con agua pero sin comida y, según ellos, en mal estado. «Estaba delgada, con la mirada caída, el rabo entre las piernas y a su alrededor estaba todo lleno de heces y escombros», explicó.

«Allí no había comida ninguna», aseguró otro testigo, familiar de los acusados y la persona que, según el mismo reconoció, hizo la llamada de aviso. Declaró que en las semanas anteriores a este incidente no vio por allí a los dueños de los animales, e incluso dijo que él mismo les echaba comida alguna vez, especialmente a la perra.

Pero nada de esto reconocieron los acusados. El padre, Enrique F. R. explicó que un problema de salud le impedía ir a dar de comer a los animales, por lo que pidió a su hijo, Iago F. A., que se encargara de esa tarea. Este último explicó que iba «cada dos o tres días» a la finca en la que estaban los animales, reponiendo tanto alimentos como bebida e incluso soltando a la perra, que «desde pequeña estuvo atada a un cadena». Atribuyó las muertes al ataque de un hurón. Tras los hechos en can fue entregado a una protectora de animales, cuyo responsable dijo que estaba en buen estado.