Alertan de los peligros del cierre inminente de la sala del 091 en la comisaría ourensana

Desde el 1 de marzo las llamadas que realicen los ourensanos al teléfono de emergencias 091 ya no se contestarán desde la comisaría de Policía de As Lagoas. A partir de esa inminente fecha será un funcionario policial ubicado en A Coruña quien responda al teléfono y ponga en marcha el operativo de respuesta necesario, una situación que también se extiende a la sala del 091 de la capital lucense. Las llamadas urgentes de tres provincias quedarán por tanto unificadas, en una actuación que se enmarca en el Proyecto Cimacc 091, de la Dirección General de la Policía, que consiste en la transformación de la salas del 091 en centros inteligentes de mando de comunicación y control, y su concentración a nivel provincial o regional.

Pero desde el Sindicato Unificado de Policía, SUP, dudan de la eficacia de esta medida y alertan de los riesgos que podría acarrear. «Este proyecto vendido por la DGP como exitoso no lo es tanto, ya que supondrá un grave perjuicio para los ciudadanos, ya que quedarán llamadas sin atender, perdiendo también la empatía entre el ciudadano y el policía, porque habrá calles que no pueda ubicar en una ciudad concreta, aumentando con ello el tiempo de respuesta poniendo en peligro la realización exitosa de la intervención, o incluso en la vida de algún ciudadano», explican.

Actualmente la sala del 091 de Ourense está integrada por once funcionarios y recibe más de dos mil llamadas al mes, una cifra que se disparó durante el confinamiento. Así, entre el 4 de marzo y el 30 de junio del 2020 se contabilizaron 34.856 comunicaciones, un dato que supone una media de 290 llamadas diarias por parte de los ciudadanos. Lo más llamativo es que el porcentaje de urgencia fue del 58,8 %, lo que implica que más de la mitad de los avisos ciudadanos precisaron una respuesta inmediata que ahora podría verse comprometida.

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