Si a Gonzalo Pérez Jácome le quedaba alguna duda -estoy convencido de que no- cuando hoy lea las entrevistas que La Voz de Galicia publica a Rafael Rodríguez Villarino y Jesús Vázquez Abad le quedará claro que nada amenaza por ahora su continuidad en la alcaldía. La moción de censura está claramente descartada y su dimisión, también. Ni siquiera una investigación judicial podría forzarla porque nunca terminaría antes del año 2023 -la fecha de las próximas elecciones- y, además, el partido creado para la mayor gloria de Jácome no tiene inoportunos códigos éticos que «impongan» una decisión de ese tipo, como sí ocurre en otras formaciones.
Cuando se quedó al frente del Concello de Ourense con el apoyo de solo un concejal, muchos pensaron que su relevo era inevitable y que no se comería las uvas como alcalde. Nada más lejos de la realidad. En este tiempo ha conseguido el respaldo de un edil más, pero sigue siendo un gobierno exiguo, por decirlo de forma suave: 3 de 27. Jácome estrenará el año 2021 todavía en la alcaldía y probablemente ocurra lo mismo con el 2022 y el 2023. Y hasta entonces queda mucho tiempo, quizás demasiado.
El caso es que en mayo de ese año se celebrarán de nuevo las elecciones municipales y, si nada lo evita antes, su continuidad en el cargo solo dependerá ya de los votos. Y los ourensanos también tendrán la oportunidad de premiar o castigar la posición política del resto de partidos durante el mandato. Será interesante comprobar quiénes reciben más apoyo que en el 2019 y quiénes lo pierden.