Los críticos de Jácome piden en el juzgado volver al grupo municipal de Democracia Ourensana

Rubén Nóvoa Pérez
Rubén Nóvoa OURENSE

OURENSE

Vista en el juzgado entre los concejales criticos y el partido Democracia Ourensana
Vista en el juzgado entre los concejales criticos y el partido Democracia Ourensana CEDIDA

Tres ediles piden que se apliquen medidas cautelares a su expulsión del grupo. DO les acusa de querer «usurpar» su identidad

03 dic 2020 . Actualizado a las 08:56 h.

La guerra interna de Democracia Ourensana vive un nuevo capítulo en los juzgados de la ciudad de Ourense. Este miércoles hubo una vista para determinar si se toman medidas cautelares ante la decisión del partido presidido por Gonzalo Pérez Jácome, alcalde de Ourense, de expulsar del grupo municipal del Concello de Ourense a Miguel Caride, María del Mar Fernández Dibuja y Teresa Rodríguez, y del grupo provincial en la Diputación al propio Caride. En la sesión, a la que no acudió el regidor Gonzalo Pérez Jácome, ambas partes volvieron poner de manifiesto su diferente visión sobre un conflicto político que ha acabado con los tres ediles en el grupo de no adscritos, del que quieren salir los díscolos para regresar a la disciplina de DO y tomar así el control del grupo municipal.

El líder de los críticos Miguel Caride realizó, en calidad de abogado, la defensa de sus intereses y de los otros dos ediles expulsados por Jácome. Argumentó en su intervención la petición de medidas cautelares para evitar que la resolución judicial llegue ya con el mandato acabado y apuntó a «irregularidades en la convocatoria» de la asamblea en la que se decidió declararlos tránsfugas y enviarlos al grupo de no adscritos. Se refirió, en concreto, al hecho de que el partido está en causa de disolución por no renovar sus órganos y a que en la asamblea había personas no afiliadas al partido. También puso sobre la mesa el hecho de que ellos mismos eran independientes y que, por tanto, no estaban sometidos a disciplina de partido y que tenían autonomía para seguir perteneciendo al grupo municipal. «No pueden decidir sobre no afiliados. Es una asamblea que genera tremendas dudas», concluyó.

Caride puso su propio ejemplo en la Diputación para demostrar que la decisión de la asamblea de DO tiene consecuencias en su actividad política, toda vez que fue cesado por Baltar en la Diputación como vicepresidente tras pasar al grupo de no adscritos basándose en una reciente sentencia judicial. 

Por su parte, la defensa de Democracia Ourensana fue ejercida por un abogado, quien expuso argumentos similares a los ya expuestos públicamente por Jácome para justificar la expulsión de los grupos en Concello y Diputación de los críticos. «Al no forma parte como socios del partido no se lesionan sus derechos», explicó. También llamó la atención sobre el hecho de que «resulta llamativo» que quieran formar parte de una formación política que para ellos está en fase de disolución. «Esto demuestra que sus verdaderas intenciones pasan por usurpar la identidad de Democracia Ourensana», concluyó, al tiempo que calificaba de «desleal» la actuación de los tres ediles críticos.

A vueltas con los asesores

Otro frente abierto entre Jácome y los críticos es el de los asesores. Tras anunciar ambas partes denuncias cruzadas a cuenta de las bajas médicas del personal de confianza que Jácome había cesado en el Concello de Ourense, este miércoles Democracia Ourensana anunció que solicitó explicaciones por escrito al presidente de la Diputación, José Manuel Baltar, sobre el papel que juega uno de esos asesores, que está adscrito a Presidencia, pero que según DO realiza labores para Caride. «Entendemos que no procede, que se pague con dinero público, a un asesor de los tránsfugas, ya que la ley lo impide», explicaron en un comunicado.