Empezar de cero tras el maltrato: «Me cansé de convivir con una persona que no me respetaba»

Pablo Varela Varela
pablo varela OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Agostiño Iglesias

Nuria, nombre ficticio de una ourensana que recibe ayuda de Amigos de Galicia, intenta rehacer su vida tras años de violencia física y psicológica

28 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuenta Nuria, de algo más de 50 años, que ya no se atreve a estar con nadie. «No sabes cómo va a funcionar. Prefiero estar sola con mi hija», dice. En realidad, Nuria no se llama Nuria. Opta por mantener su nombre real en secreto porque años atrás padeció maltrato físico y psicológico del que era su pareja. Por aquel entonces, ella no residía en la provincia, tenía un hijo de una relación anterior y, sin saberlo, se embarcó en una nueva en la que todo fueron sinsabores. «Le cogió manía a mi hijo, que ya era mayor, porque sabía que a él no le gustaba», explica. Ahí fue, cuenta, cuando llegaron las amenazas.

Para evitar males mayores, se fue con su pareja a otra ciudad e inició un camino incierto que llevó a ambos a la calle y a los albergues. Aparentemente, sin salida. Todo lo que Nuria tenía antes desapareció de un plumazo. «Su familia nos aceptó de inicio, pero volvió a haber problemas. Él tenía adicciones y siempre jaleos con las mujeres de su entorno, también las que eran parientes», comenta. Tuvieron una niña, que ahora está a las puertas de la adolescencia y conoce algún que otro episodio de lo que ocurrió. «Sabe o intuye», dice su madre. Al ver que la situación, pese a la aparición del bebé, no cambiaba, Nuria decidió volver a casa, a Galicia. «Pensé que con las responsabilidades dejaría atrás lo que hacía, pero no fue así. Me cansé, y yo no quería seguir conviviendo con una persona que no me respetaba. Me amenazaba, me dio guantazos en la cara más de una vez y la niña no tenía ni un año», recuerda.

Ocurrió que, por desgracia, el vínculo entre ambos no terminó ahí. «Su familia me dijo tiempo después que él estaba mejor, y yo no quería quitarle la posibilidad de disfrutar de su hija, así que volví, pero todo seguía igual», dice. Nuria explica que, en realidad, no lo odiaba, «pero le tenía miedo y él no cogió la oportunidad que tuvo para cambiar». Este miércoles, en el Día Internacional contra la Violencia de Género, Nuria explicaba que sigue recibiendo llamadas periódicas de la Policía para saber si está bien. Técnicamente, su antigua pareja ya no puede ponerse en contacto con ella tras la denuncia que interpuso. E incluso así le sigue siendo difícil avanzar para dejar atrás una fase de su vida que cuesta olvidar.

En su segundo regreso a Ourense, Nuria ya no se marchó. Tardó un año en tomar la decisión. En la primera ocasión, dejó aquella puerta entreabierta a un comienzo, a una tabla rasa, pero se percató de que su única salida era romper lazos con el padre de su hija. «A día de hoy aún tengo miedo de que me la quite, porque en cualquier momento se planta aquí», avisa. Pero además, Nuria siente que se le quitó su derecho a rehacer su vida, porque el temor no se fue, y lastra su intención de partir de cero. «Mentalmente me lo hizo pasar mal, porque me amenazó con que mataría a mi otro hijo en caso de que no le acompañase», cuenta.

El apoyo de Amigos de Galicia

Nuria es una de las ourensanas que recibe orientación desde la Fundación Amigos de Galicia, por vulnerabilidad o precisamente casos de violencia de género. En este sentido, la entidad lleva a cabo el programa Em-Podérate en toda Galicia, mediante el cual ofrece asesoramiento jurídico, psicológico, laboral y apoyo social a mujeres en situaciones similares a las de Nuria. En el último año, en Ourense, 14 afectadas acudieron a ellos para buscar una salida.

Con todo, el apoyo psicológico es solo de una de las múltiples ramas que es preciso fortalecer en casos como este. Desde Amigos de Galicia señalan que «en el ámbito laboral se ha detectado la necesidad de asesorar a mujeres que, incluso con formación previa, llevan mucho tiempo sin trabajar por haber estado inmersas antes en una relación de violencia de género».