Bárbara Lluch: «Todos podemos sentirnos reflejados con algo o alguien de la obra de Shakespeare»

OURENSE

sergio parra

La directora es la responsable de la versión de «Sueño de una noche de verano» que llega al Principal

20 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La Joven Compañía de Teatro Clásico representa «Sueño de una noche de verano» en el Principal -hoy y mañana. 20.00 horas-. Bárbara Lluch, que siendo una niña participó en «Dream» -la adaptación de Lindsay Kemp que se pudo ver entonces en el María Guerrero- es la directora de esta nueva versión.

-Más de 400 años después «Sueño de una noche de verano» sigue generando nuevos puntos de vista, versiones y revisiones. ¿En qué estriba el atractivo para seguir siendo un texto con presencia en el teatro contemporáneo?

-Yo creo que porque trata temas con los que todos podemos empatizar hoy. El tema del amor, los celos, el hecho de que «cupido sea ciego», la falta de control sobre nuestros sentimientos, etcétera. Todos podemos sentirnos reflejados con algo o alguien en el «Sueño» de Shakespeare.

-Supongo que encontrarse con Shakespeare y Kemp a tan temprana edad fue un acontecimiento. ¿Cómo lo recuerda?

-¡Como un sueño, tal cual! Tenía 4 o 5 años y desde luego creía en hadas, Santa Claus y el ratoncito Pérez. Y de pronto estaba allí, pintada de verde, con alas verdes, en medio de un bosque lleno de magia, con Oberón , Puck y Titania... Solo años más tarde me di cuenta que habíamos rodado en un plató. Yo le recuerdo y les recuerdo a todos y a todo real.

-En su texto sobre la obra hace referencia a la vulnerabilidad y humanidad de los personajes. ¿Esa realidad que proyectamos, pero que no somos, es la clave de la obra?

-Para mí lo más maravilloso del teatro es que las obras nos «hablan» a todos de cosas diferentes. No me atrevería a hablar de clave, pero a mí, sí me interesó mucho descubrir la vulnerabilidad y honestidad de todos los personajes. Mortales, dioses, duendes. Todos somos iguales, nos mueven las mismas pasiones, los mismos miedos.

-«El temor a que la realidad nos despoje de un estado ‘soñado’». ¿Mejor la ensoñación y la imaginación o la cotidianeidad?

-Supongo que depende de quien seas y de en qué momento te pille. ¿Prefieres la verdad, o una mentira piadosa? En momentos difíciles, ¿quieres sentir y esperar a que pase la tormenta, o evadirte y no sentir? Muy buena pregunta, teniendo en cuenta el momento que estamos viviendo.

-¿Hacer la obra con actores jóvenes es un valor añadido?

-En nuestro caso creo que fue un acierto. En cuanto salí de verles la primera vez, supe que quería hacer esta obra con ellos. Una obra coral, donde todos los personajes son impotentes y jóvenes. Donde todos sus talentos serían mostrados por necesidades del texto, capacidad de reacción, imaginación. La verdad es que son todos fantásticos. Ha sido un verdadero regalo.

-Alude Carolina África en su reflexión acerca de esta nueva versión en aspectos como la mirada contemporánea y feminista. ¿Esa es la clave?

-En el momento en el que una mujer hace la versión y otra la dirige, algo diferente ocurre con el texto y en escena. Yo solo puedo dirigir desde mi percepción. Y yo soy mujer. Era inevitable que Carolina y yo viéramos a los caracteres femeninos de una manera diferente a la que lo ven los hombres. Se nota sobre todo en cómo hemos tratado el papel de Elena.