«Vinimos al cementerio porque hoy era el día en el que mi madre habría cumplido años»

Pablo Varela Varela
P. Varela OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Santi M. Amil

En Santa Mariña, el límite para homenajear a los seres queridos en la antesala al Día de Todos los Santos fue de media hora

31 oct 2020 . Actualizado a las 22:02 h.

«Somos peregrinos con rumbo a la eternidad», reza en uno de los nichos del sector central en el cementerio de Santa Mariña. Este sábado 31, ese rumbo iba más acompañado que nunca del silencio, ya habitual allí, pero redoblado por la menor afluencia de familiares a causa de la epidemia de coronavirus. El límite para rendir homenaje a los seres queridos que se fueron era de media hora. Una pareja, que contemplaba al mediodía una de las lápidas casi con la mirada perdida, invirtió casi todo ese plazo en contemplarla antes de dejar sus flores y marcharse.

No corren buenos tiempos para las reuniones de familia, pero hubo quien tenía más de un motivo para rememorarlas. María Mejuto, una de las ourensanas que se animó a acudir casi sobre la hora de comer, contaba el caso de su madre, María Luisa: «Vinimos porque hoy era el día en el que mi madre habría cumplido años, no tanto por Difuntos». Suele acercarse en las fechas señaladas, como el Día de la Madre o los días navideños, y esta vez optó por no ir a primera hora de la mañana porque intuyó que habría más afluencia, como así fue.

Mejuto incidía en las dificultades que las medidas de restricción tomadas este viernes han provocado para quienes trabajaban coronas florales de cara a este fin de semana. «En las floristerías se han quedado sin poder entregar encargos ya hechos, y también sin cobrarlos, porque hay gente que no pudo venir desde otros puntos de Galicia. Para quienes vienen al cementerio puede ser duro, pero también para ellos», contaba.