La ampliación del estado de alarma aflige al sector de las celebraciones

Cándida Andaluz Corujo
c. andaluz OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Agostiño Iglesias

Las empresas dedicadas al ocio prevén un 2021 casi perdido al dilatarse las medidas

02 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de ampliar hasta el 9 de mayo el estado de alarma cayó como un jarro de agua fría entre los profesionales ourensanos que centran buen parte de su trabajo en organizar y preparar todo tipo de eventos: desde bautizos, comuniones y bodas a cenas de empresa. Con un 2020 nulo, el 2021 no se presenta mejor. Y de estar con el agua al cuello, muchos empresarios se ven ya ahogados, teniendo que pagar facturas, algunas pospuestas, pendientes de una recuperación económica prevista para finales de año que no ha llegado. Algunos esperarán algunos meses más y otros empiezan a tomar medidas que les permitan sobrevivir.

Agostiño Iglesias

La empresa Event Bodas y Fiestas cerró esta misma semana las puertas del local donde llevaba 23 años. Su propietaria, Tere Rodríguez, ha decidido diversificar el negocio, aparcar los eventos y dedicarse al mundo de la alimentación, con la apertura de una franquicia. «En marzo hubo un impás y pensábamos que todo se pospondría para el verano. Pero empezamos a abrir y no nos dio tiempo a hacer más que unas pequeñas comuniones antes de que volviéramos a cerrar. Las pocas bodas que tenía previstas se anularon porque se hicieron con menos personas y mis servicios son para hacer eventos complicados con muchas actividades: bailes, mesas de dulces... Todo anulado. En marzo tenía esperanza, pero ahora con la estocada de los seis meses ya son dos años sin eventos. Y no puedo mantenerlo», explica la empresaria. Con parte de sus trabajadores en ERTE, de su negocio también dependen, indirectamente, otros autónomos que se dedican al mundo del ocio (dúos, orquestas, fotógrafos, bailarines...) que han tenido que dar de baja su actividad. Y no es solo que no haya futuro, sino que quedan facturas pendientes que sabe que no cobrará. «El almacén está lleno de cosas contratadas que allí se quedaron: detalles para los invitados, invitaciones en papel con nombres y fechas de gente que no vino a buscar las cosas... Me quedaron hasta piezas grabadas, espejos o llaveros.... Es una pérdida muy grande. ¿Cómo voy a recuperar esto?», dice.

Santi M. Amil

El mundo de la moda y su ramo también se ven afectados. Por ejemplo, las lavanderías. «Desde mediados de septiembre estamos con mucho miedo, porque no sabemos cómo va a terminar todo esto. No vemos la luz al final del túnel y la gente tiene miedo», afirma Ana Martín, de Professional Sec en la calle Doctor Fleming, confinada desde mediados de septiembre.

En marzo tenía esperanza, pero ahora con la estocada de los seis meses ya son dos años sin eventos.

«Hemos notado un bajón muy importante en prendas de vestir. Hasta ahora la gente se había animado un poco, pero otra vez se paró el ritmo. Las comuniones, bautizos y bodas han desaparecido, todos los eventos... Y me imagino que también las cenas de Navidad, que trabajamos mucho con vestidos y demás... No sé que va a pasar este año», lamenta. Sí ha notado, en cambio, que muchos ourensanos han aprovechado estos meses para limpiar a fondo alfombras y otras prendas del hogar.

También afecta a las floristerías, por ejemplo, que aunque ahora viven un empujón gracias a la campaña de Todo los Santos, han tenido que ajustarse durante el verano por la falta de bodas y comuniones y esperaban un nuevo impulso a finales de año con las cenas de Navidad. «Ya teníamos previsto montar algunas, no solo de eventos de empresa, sino familiares y ahora tememos que no va a poder ser», dice Rubén Álvarez, empresario del sector, que apunta también a un 2021 complicado si la situación no se revierte.

«La gente tiene miedo por el virus y controla los gastos, pero esto repercute en todos»

El mundo de la estética y la peluquería también está tocado. Muchos centros tienen empleados en ERTE, debido principalmente a los aforos permitidos, y otros han tenido que cerrar, algunos incluso desde marzo. Sin eventos sociales, los cuidados estéticos se han dejado de lado. Según indican desde el sector, por poner un ejemplo, si antes una persona se teñía dos veces al mes, ahora lo hace una. «La gente tiene miedo por el virus y controla los gastos, pero esto repercute en todos», subraya José Prieto, gerente de Rochel. «Al final se han ampliado otros seis meses de miedo, no sabemos las medidas que se irán poniendo ni cómo avanzará todo», añade.

«Al final se han ampliado otros seis meses de miedo, no sabemos las medidas que se irán poniendo ni cómo avanzará todo»

En su caso, el tamaño del establecimiento y la diversificación de tratamientos ha sido un punto a favor. «Nosotros notamos un bajón, pero como el salón es grande, seguramente menos que otros compañeros. Al final aunque no ingreses, siguen llegando las facturas: las nóminas, la seguridad social... A lo mejor, muchos que esperaban recuperarse en Navidad ahora ven que no podrán. Y a los que decidieron posponer el pago de algunos impuestos esperando tiempos mejores, ahora les vendrán de golpe», afirma Prieto. Y recuerda que al final se trata de un rueda que de forma directa o indirecta afectará a todos los negocios.