Fallece José Luis Suárez Conde, alaricano que fue jugador del Real Madrid
28 oct 2020 . Actualizado a las 18:34 h.José Luis Suárez Conde, Romasanta, que nació el 16 de noviembre de 1942 en Allariz, era mi amigo. Mi amigo y el de todos aquellos que lo conocieron, porque era un hombre sencillo, honrado y bondadoso, enamorado de su tierra natal y de sus paisanos, que se ganaba el cariño de la gente allí por donde fuera.
Compartimos ocho inolvidables años de nuestra infancia y juventud, vividos en los campos de batalla de los Salesianos de Ourense, en compañía de un curso de magníficos compañeros, unidos por el compañerismo y la amistad que supieron inculcar en nosotros aquel grupo de sobrios, humildes y buenos salesianos. Lazos que hoy conservamos y que cada día ponemos a prueba en el chat Don Bosco, en recuerdo de ese incomparable santo que a todos nos marcó algo. Chalupas, como nosotros le bautizamos por sus inmensos zapatones que le mantenían siempre en pie -soportando cualquier embestida, patada o empujón, por fuerte que fuera, en aquel embarrado y a veces anegado campo de fútbol-, era un magnífico atleta, campeón escolar y provincial de salto de longitud, salto de altura y lanzamiento de disco, pero, además y sobre todo, Chalupas jugaba al fútbol como los ángeles. Su maestría con el balón no pasó desapercibida para los ojeadores de entonces, y desde O Couto fue fichado, nada más y nada menos, que por el Real Madrid de entonces. Cedido al Rayo Vallecano, donde compartió alineación, entre otros, con Manolo Velázquez, se convirtió en el héroe de Vallecas, por sus espectaculares remates y los numerosos goles que consiguió durante el año de su cesión. Después, la mili truncó su ascendente carrera y, aunque siguió jugando al fútbol en equipos como Langreo o Huesca, nunca volvió a ser como aquel Romasanta que todavía hoy recuerdan en Vallecas.
El maldito covid-19 acabó con su vida, pero ni él ni nadie podrá borrar de nuestras mentes su inolvidable sonrisa y su innata bonhomía. Descansa en paz, Chalupas.