El colectivo de farmacéuticos de la provincia defiende la realización de las pruebas: «Lo hacemos por altruismo»
21 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Ante la farmacia Val, situada en la avenida de Zamora (Ourense), esperaba este martes Jesús Paredes. Él era uno de los clientes que solicitó cita en la web del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Ourense (COF) para realizar el test covid-19. Como Jesús, en torno a una decena de personas aguardaba pacientemente el resultado. Lo hacían en la acera, eso sí. Dentro de la farmacia se habilitó una de las zonas de mostradores para dividir a los compradores de quienes solo acudían a realizar la prueba.
Mauro, el propietario de la farmacia Val, señala que «la idea es marcar una zona diferenciada». Los interesados en hacer el test esperan algo más de diez minutos en el exterior tras someterse a un leve pinchazo en la yema de un dedo. A continuación, los farmacéuticos depositan las gotas de sangre en un doble dispositivo que, sobre el papel, determina quién estuvo en contacto con la enfermedad y quién la padece actualmente. «Lo hacemos por echar una mano, de manera altruista. En la web hubo colapso porque se lanzó mucha gente a pedir cita», señala Mauro. Con todo, asumen que los test rápidos tienen un porcentaje de sensibilidad y fiabilidad inferior a las PCR convencionales.
En el caso de Val, acudieron unas 20 personas el lunes y otras tantas hasta el mediodía del martes. Todos los citados deben acudir con su DNI y firmar un consentimiento con sus datos personales.
De mayores a jóvenes, la motivación es «salir de dudas»
Jesús Paredes se marchó de la farmacia con una hoja de resultados que determinaba que no padeció el coronavirus y que tampoco lo sufre actualmente. «Vine para salir de dudas», contaba este vecino de Ourense. Cuando Jesús salía de la farmacia, entraba Sheila Cid, de 30 años y oriunda de Seixalbo, que se animó a someterse al test porque «tengo una niña pequeña y familiares en edad de riesgo».
Técnicamente, el proceso se pasa en un fogonazo de tiempo. Martín Tato, ourensano de 36 años, acudió a primera hora de la mañana de este martes a una farmacia de la calle Progreso. «Di negativo. Todo fue bien y rápido. Durante el tiempo que me tocó esperar vi que atendían a otros cuatro», cuenta.
