La valla que le dio la puntilla a la Adega y al Don Gaetano

r. n. p. OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Pablo Domínguez Veloso, hostelero, delante del Don Gaetano y la valla que le condicionaba la actividad
Pablo Domínguez Veloso, hostelero, delante del Don Gaetano y la valla que le condicionaba la actividad MIGUEL VILLAR

A Ponte pierde de nuevo a dos referentes de la hostelería en plena pandemia

15 oct 2020 . Actualizado a las 11:48 h.

La hostelería de A Ponte sufrió esta semana un duro golpe al ver cómo cerraban de manera definitiva dos locales con mucha historia y más de una vida. La Adega das Caldas y el Don Gaetano dejaron de funcionar desde el martes. «Es un revés duro, pero reconozco no contar con más armas para luchar contra las dificultades que afrontan ambos locales», explica su propietario, Pablo Domínguez Veloso.

Además de la dura crisis que afecta al sector, llena de restricciones por el impacto del covid, los dos locales emblemáticos del tramo final de la avenida de As Caldas contaban con otros factores que, al final, pesaron demasiado para seguir adelante. En el caso del restaurante, Pablo Domínguez apunta a la «intransigencia y afán desmesurado de lucro de una propiedad ajena al mundo que la rodea con un alquiler totalmente fuera de mercado y con la que ni siquiera fui capaz de negociar una rebaja del alquiler durante el confinamiento».

En el caso del Don Gaetano lo que dio la puntilla a la cafetería fue una valla que alerta del riesgo de derrumbe de una acera. El caso lleva tres años enquistado en el Concello de Ourense, en donde incluso se llegó a aprobar una comisión de investigación. «Me hacía perder la mayoría de la clientela de la terraza, ya que no es para nadie agradable sentarse al lado de una valla», señala Pablo Domínguez.

Este miércoles era día de retirada de utensilios en la Adega das Caldas y de cerrar cuatro años y medio de un ambicioso proyecto. Su propietario ya mira hacia adelante y en continuar con sus otros dos locales en el casco viejo: Baysha y A Saia da Carolina.