La excusa de la distopía

Ruth Nóvoa de Manuel
Ruth Nóvoa DE REOJO

OURENSE

11 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

En marzo, de un día para otro, nos cambió la vida. En el periódico lo notamos en el trabajo y las páginas locales se fueron transformando, mudando la piel como la estaba mudando la sociedad. Ya no había agenda de actos que recomendar, porque no había actos; ya no había vida social que contar y nos metimos en los balcones de la gente; no había juicios que cubrir y casi desaparecieron los accidentes y los robos. Había mucho que contar, pero todo era covid. Y nos sentíamos viviendo eso que ya nos habían contado los libros y el cine: una distopía. Esa sociedad futura, negativa, se convertía de golpe en la sociedad presente. Sin esperarlo ni poder evitarlo. Lo que ocurre ahora es que ya no podemos hacernos los sorprendidos: la distopía ya no lo es. Lo esperábamos y podíamos haberlo evitado. Pero ya estamos a lomos de la segunda ola y, aún pudiendo salir a la calle e ir a la redacción, mi sensación vuelve a ser la de marzo y abril: apenas existe algo más que el covid y el día se pasa entre datos de contagios, ingresos y (la losa de cada tarde) muertos. Pero ahora no podemos decir que no estábamos avisados.