Rosa Álvarez y Celia Castro son el alma de Bicharela, un negocio que nació como espacio creativo, y además de mascarillas elaboran botes de gel para los escolares
23 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Rosa Álvarez y Celia Castro son el alma de Bicharela, un negocio que nació como espacio creativo, centrado no solo en la organización de eventos, sino también en la formación en distintas disciplinas, como la repostería, la pintura, la costura o el dibujo. Pero llegó el coronavirus y estas emprendedoras no tardaron en reinventarse. «Empezamos haciendo mascarillas con las telas sobrantes que teníamos. Las cosíamos y las regalábamos al personal sanitario, a niños o a gente que las necesitaba», cuenta Rosa. La iniciativa tuvo una gran acogida y fue creciendo. Luego empezaron con los pedidos y, ya durante la desescalada, siguieron compatibilizando este trabajo con los eventos que, a cuenta gotas, se han ido organizando. Y como la imaginación no para, como tampoco su empeño en proteger a los más pequeños de la casa frente a posibles contagios por covid-19, a medida que se acercaba el inicio del curso pensaron en incrementar su «cartera» de productos. Y así, a las mascarillas reutilizables y porta mascarillas, han añadido ahora unos botes para gel que se pueden personalizar que se pueden colgar de las mochilas que los más pequeños llevan al colegio, de forma que la tengan a mano cuando la necesiten. Práctico para niños, y también para adultos. «Siempre apostamos por regalos de proximidad, útiles y distintos», cuenta Rosa, que admite también que «estamos muy concienciadas en la prevención». Y aunque recuerda que competir con los productos asiáticos es complicado, ellas apuestan por colaborar con empresas locales y venden sus artículos a precios ajustados, para que no suponga un coste difícil de asumir. «Queremos que los niños vayan seguros al cole», asegura.