El Campus Rugbi se inscribe en medio de la incertidumbre

m. Rodríguez

OURENSE

Santi M. Amil

Clubes gallegos de ligas nacionales protestan ante la Federación Española

23 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El Campus Ourense envió a la Federación Española de Rugbi (FER) su escrito de inscripción para la temporada 20/21. Era preceptivo hacerlo antes del 21 de septiembre, y el club ourensano cumplió el requisito, aunque con toda la incertidumbre del mundo. La federación nacional, de la que depende la liga de División de Honor B, todavía no ha elaborado el calendario ni esgrimido el formato de competición. Comunicó, eso sí, que la fecha de inicio de las competiciones nacionales sería el 10 y 11 de octubre. El comité médico de la FER establecía además que todos los equipos debían someterse, como mínimo, a una prueba PCR antes del inicio de sus respectivas competiciones.

Estas medidas han suscitado la inquietud de los equipos aficionados que compiten en categoría nacional, como el Campus Ourense, que han encontrado el amparo de la Federación Galega de Rugbi, para dirigir un escrito a la nacional en el que manifiestan que «en el contexto actual solo el deporte profesional está capacitado para asumir los costes y adaptación de las instalaciones». En el caso del equipo ourensano, utiliza el campo universitario, pero no en exclusiva, sino compartido con otros usuarios. También hay incógnitas sobre los viajes, acerca de los protocolos de seguridad que se deben guardar en autobuses, hoteles, etcétera. «Falta el protocolo de la federación de rugbi; se antoja complicado empezar en tres o cuatro semanas tal como está Madrid. ¿Y si se tiene que ir a zonas confinadas, se aplazan jornadas? Si se sabe con antelación se pueden ahorrar costes», plantea el entrenador del club ourensano, David Monreal.

El Campus comenzó con sus entrenamientos con grupos de diez, intentando mantener la separación y, por ahora, sin contacto. Pero los clubes, según manifiestan en el escrito a la FER, ven complicado empezar la competición en tres semanas. «Después de siete meses sin competir, hacen falta seis semanas para prepararse», opina el técnico.

A la incertidumbre deportiva, se suma la económica. El escrito enviado desde la federación gallega incide en que la mayoría de los clubes carecen de la infraestructura para competir bajo los protocolos covid. En el caso de Ourense, el club tampoco ingresó todavía las subvenciones pendientes. La cautela preside la confección de plantilla, continúan los mismos jugadores sin novedades en cuanto a extranjeros más que Jason y Joe, ya afincados en España. Un calendario con un formato más corto que prevea interrupciones o la división en grupos por proximidad son algunas de las propuestas que sugiere Monreal para hacer las cosas con «sentidiño», aunque ve difícil lograrlo. Se teme que con la temporada empezada, muchos jugadores decidan que no van a asumir riesgos.

En otros países ya han comenzado las competiciones, y no sin problemas. Monreal apunta que en Francia se cancelaron más de cien partidos y en Nueva Zelanda, donde el rugbi es el deporte rey, suspendieron la liga profesional y un partido de los Old Blacks (selección) con cuatro contagios.