El PP cerró los ojos... y ahora

Rubén Nóvoa Pérez
Rubén Nóvoa DESDE MI BARRIO

OURENSE

11 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Una crisis política de las dimensiones que vive la ciudad de Ourense no puede tener un solo responsable. Es demasiada losa para cargarla sobre unas solas espaldas. El primero que tiene que hacérselo mirar es el alcalde. Gonzalo Jácome decidió entregar su alma al diablo y pactar con Baltar para lograr su sueño de ser alcalde. Ahora el sueño va camino de convertirse en pesadilla. En poco más de un año ha perdido el apoyo de doce de sus catorce concejales. No llega con salir y decir que todo esto es una trama del PP que ha comprado voluntades a diestro y siniestro y que él es el adalid de la integridad que ha dicho que no a no se cuántas mordidas. Si eso ha sido así, tendría que haber salido corriendo de esas reuniones de las mordidas rumbo al juzgado para presentar una denuncia Por qué no lo hizo. Por qué lo dice ahora que está arrinconado. Suena a despecho. Pero si hablamos de responsabilidades, la principal en toda esta historia la tiene el PP. En junio del 2019, sus siete concejales decidieron cerrar los ojos y meter la papeleta en una urna del Concello con el nombre de Gonzalo Jácome para salvarle la Diputación a Baltar. Y le hicieron alcalde, alguno de ellos incluso después de haber sufrido sus insultos durante cuatro años. Ahora no valen las lamentaciones. Jácome será como sea, pero es el mismo ahora que hace un año. Lo mismo vale para sus concejales díscolos, que parecen haberse caído del limbo. Acaso Jácome no gestionaba así el dinero durante el mandato anterior. Por qué entonces callaron y ahora van al fiscal. En esta película, me temo, que no hay buenos, tan solo malos.