Reprochan la «crueldad» a un ganadero que dejó morir a sus reses y confirman su condena

m. v. OURENSE / LA VOZ

OURENSE

cedida

La Audiencia ve probado que privó de comida y bebida a sus animales

04 sep 2020 . Actualizado a las 08:34 h.

No tuvo dudas el juez de lo penal y ahora tampoco las ha tenido la Audiencia provincial de Ourense respecto a la responsabilidad penal de un ganadero al que acaban de confirmar la condena por haber dejado morir a sus reses en una explotación ganadera de Barbadás. Frente a las alegaciones realizadas por el acusado en su recurso, los jueces del alto tribunal ven probado que Agustín M. B. es responsable de un delito continuado de maltrato animal, confirmando una pena de un año de prisión que ya le había sido impuesta en primera instancia.

Además, en la sentencia hacen un severo reproche a la conducta que mantuvo el acusado con las reses a las que debía mantener, considerando cruel su proceder con las reses. «Cabe imputar al acusado una conducta omisiva en el trato otorgado a los animales que se encontraban bajo su custodia, a los cuales dejó en estado de abandono, cohabitando reses supuestamente enfermas con animales sanos, no proporcionando asistencia veterinaria, ni acudiendo a la nave a comprobar si disponían de comida y bebida», dice la resolución, que considera que «la acción desarrollada tiene pleno encaje dentro de la consideración de maltrato animal, en cuanto acción omisiva que provocó una agonía de los animales, dilatada en el tiempo, careciendo de bebida y comida, lo que añade un componente de crueldad al agravar las condiciones de la muerte del ganado».

Pese a que en su recurso el acusado alegaba que se había producido un error en la valoración de la prueba, y que no se había tenido en cuenta la declaración de una veterinaria, los jueces tumban uno a uno ambos motivos razonando que, en el caso de la profesional sanitaria, su testimonio no serviría para aportar «ningún elemento sobre lo acontecido» ya que se limitó a revisar a algunas reses antes de que ocurrieran los hechos. Así las cosas, al ganadero, al que se inhabilita durante tres años para ejercer cualquier profesión relacionada con los animales, le queda ahora el recurso de casación para intentar eludir su pena.

Esos hechos se remontan a octubre del 2017, cuando el acusado era propietario de una explotación de cabras y ovejas en una nave ubicada en la localidad de A Lama, en Barbadás. El 26 de marzo del 2018 los agentes del Seprona, avisados de que varios mastines deambulaban por el pueblo, encontraron la nave, en la que había 38 cráneos de ovejas y cabras, así como numerosos restos óseos esparcidos por la instalación. Para acceder los agentes del instituto armado tuvieron que empujar la puerta de la nave, que estaba apenas entreabierta, lo que impedía que los animales pudieran salir a pastar. El ganadero alegó en el juicio que habían muerto de «basquilla» e incluso aludió a un envenenamiento.