1990: Cacerolada contra Marnotes por los ruidos nocturnos en O Carballiño

Hace treinta años, el 1 de septiembre de 1990, el periódico se hacía eco de una protesta vecinal en O Carballiño, donde una veintena de vecinos ocuparon la casa consistorial, en protesta por los ruidos nocturnos procedentes de los establecimiento de ocio. El encierro duró hasta la una y media de la madrugada. Previamente, los vecinos se habían reunido con el alcalde para exigirle medidas contra el problema pero las explicaciones del regidor, entonces Argimiro Marnotes, no les parecieron convincentes.

Desde la casa consistorial, los manifestantes se dirigieron, en una suerte de escrache de la época, a la calle donde residía el alcalde y pasaron parte de la madrugada, hasta las tres, aplaudiendo y pidiendo su dimisión. Al lugar fueron la Policía Local y la Guardia Civil que instaron a los concentrados a desistir. Lo hicieron, pero terminando la protesta con una cacerolada.

El alcalde, después, quiso contemporizar. Dijo que los vecinos tenían razón en parte con sus protestas pero que también los hosteleros tenían derecho a su actividad legal. Marnotes apuntaba que tenía un borrador de ordenanza de ruidos que llevaría al siguiente pleno. El alcalde criticaba, además, la forma de la protesta elegida por los vecinos apuntando que eran «iguais que aquela mesma problemática que están criticando».

Entre las medidas que anunciaba el alcalde eran que un técnico y el arquitecto municipal estudiarían el informe de una empresa sobre una docena de locales que estaban cuestionados en ese momento por la emisión de ruidos. Por su parte, los convocantes de la protesta avalaban su medida de presión porque decían que ya había pasado el plazo que la asociación vecinal Camiño había dado al alcalde para solucionar el problema.

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