No hubo comida campestre, pero hubo otras actividades
24 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Está siendo un verano diferente y que viene marcado por la crisis del coronavirus. Los brotes que se han incrementado en las últimas semanas por la provincia no han dado tregua a celebraciones que tradicionalmente marcaban el calendario festivo de la provincia durante el mes de agosto. Y las gastronómicas eran de las más multitudinarias. Sin embargo, el covid-19 no es capaz de acabar con el espíritu de eventos como la Festa do Pulpo de O Carballiño, que redujo su actividad a los restaurante, o la Festa da Empanada de Allariz. En la villa alaricana este penúltimo domingo del mes no hubo la tradicional celebración campestre en las riberas del río Arnoia, pero eso no quiere decir que los vecinos de la villa y los visitantes no disfrutaran del manjar. Se ofreció en establecimientos y restaurantes y hubo un programa de mínimos, que incluyó el tradicional desfile de gigantes y cabezudos, que hizo las delicias de pequeños y mayores.
El programa organizado por el Concello de Allariz también mantuvo una actuación musical, protagonizada por Coanhadeira 7273, en el campo de Vilanova. En Ribadavia la música tampoco se detuvo por la pandemia. el OurenRock Sound llevó al Auditorio do Castelo la música de Xoel López.