El turista del verano covid-19 en Ourense es español y viene en familia

María Doallo Freire
maría doallo LA VOZ / OURENSE

OURENSE

Turistas en el casco viejo de Ourense
Turistas en el casco viejo de Ourense Santi M. Amil

En el mes de julio la provincia recibió la mitad de visitas que el año pasado

16 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

En julio del 2019, la provincia de Ourense recibió un total de 4.096 turistas. En el mismo mes de este año, en pleno verano del covid-19, 2.438 se acercaron a conocer los rincones de la ciudad y del rural ourensanos, lo que supone poco más del 50 % de afluencia con respecto al año anterior. Sin embargo el turismo se ha incrementado significativamente en lo que va de agosto y desde la oficina de la capital afirman que están teniendo gente de una forma muy similar a la de años pasados. «A proxección é chegar ao 55/60% dos do ano anterior, o que supón unhas cifras moi boas dada a situación que vivimos», explican. Sobre todo, se trata de turismo español, especialmente personas que vienen desde Madrid (637 visitas en julio), País Vasco (353), Castilla y León (231) y Andalucía (192). Aunque también lo hay internacional, en donde Francia es el país de origen más repetido (56 personas en julio), seguido de Portugal (44). Por otra parte y contrario a lo que se podría pensar, no ha habido incremento de gallegos entre los turistas, algo que era fácil que se diese teniendo en cuenta la cercanía en un momento de incertidumbre como el actual.

Destacan las visitas a la provincia por primera vez y además largas, que incluyen unos días en la ciudad y otros tantos en el rural, que se combinan con turistas que están de paso en un viaje hacia la costa gallega. En cuanto al perfil del turista en el verano del coronavirus, Ourense recibe sobre todo a familias con niños, parejas de entre 35 y 50 años que vienen a desconectar y a descubrir el interior gallego junto a sus hijos y que especialmente lo hacen en autocaravana. «O importante é que a xente vén mentalizada coa situación que vivimos. É un turismo responsable con persoas dispostas a agardar a súa quenda e cumprindo as medidas de protección», dicen desde la oficina turística de Ourense, en donde reciben además un promedio de cincuenta llamadas al día de personas que buscan informarse tanto de la ocupación que hay en la provincia como del número de contagios activos, entre otras cosas. Los puntos más atractivos de la provincia, los más visitados, se dividen entre el rural y la capital. La Ribeira Sacra sigue siendo la estrella del turismo ourensano. En este momento, en el Concello de Parada de Sil tienen una ocupación del 100 % y un total de 400 personas conocen el monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil cada día, algo que esperan continúe así durante lo que queda de mes. Desde la oficina de turismo del municipio destacan la visita de familias o parejas que viajan en caravana, ahora mismo hay 40 estacionadas en Parada de Sil.

Después de la Ribeira Sacra, estaría la capital, con el casco viejo y la catedral a la cabeza. «A xente reclama tranquilidade. Queren comer ben e desconectar do mundo», afirman los técnicos de la oficina municipal. Le siguen las visitas a Allariz y Ribadavia, con el fin de pasar el día o de quedarse varios por la zona. Por último, otro aspecto que sobresale este verano frente a otros es la demanda de visitas guiadas, debido a las garantías de seguridad que presentan.

Las termas siguen siendo uno de los mayores atractivos que presenta la provincia

Uno de los atractivos por excelencia que presenta Ourense es, a todas miras, el termalismo. Si bien es cierto que en este verano la oferta pública se ha visto paralizada con el fin de garantizar la seguridad frente al covid-19, es decir, tanto las pozas de A Chavasqueira, las de O Muíño da Veiga y las de Outariz, así como la piscina de As Burgas permanecen cerradas; en la provincia sigue habiendo opciones de pago para disfrutar de las aguas termales. La parte privada de Outariz está siendo lo más visitado en los meses de julio y agosto. Su circuito termal, con una clara función relajante antiestrés, sumada a las propiedades medicinales de estas aguas para tratar problemas de la piel y de los huesos, atrae cada día a decenas de personas. Actualmente el aforo de acceso a la instalación está limitado al 75 % de lo habitual, que se completa varias veces al día a la llegada de turistas y de vecinos de distintos puntos de la provincia. La misma empresa ourensana gestiona también las pozas de Prexigueiro, en Ribadavia, en donde han visto incrementarse la afluencia de forma significativa en el mes de agosto. El aforo en estas instalaciones está también acotado por las medidas de seguridad, de 120 personas pasó a 90, y es común toparse con acento andaluz o castellanoleonés entre los usuarios.