Los incendios hacen estragos en el Xurés, con más de 400 hectáreas quemadas

m. rodríguez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Santi M. Amil

El de Lobios es el más grave, pero esta semana ardieron otras dos zonas del parque

09 ago 2020 . Actualizado a las 20:09 h.

La complicada orografía del Xurés, las semanas de calor acumulado y el factor añadido del viento son el cóctel que ha provocado que, un verano más, el parque natural de la Baixa Limia sea noticia por los incendios forestales. Otra vez, un fuego que penetra desde el vecino Portugal, según la información de la Xunta, es el causante del trágico último incendio declarado en Manín, y que ha costado la vida a un piloto del servicio de extinción portugués y dejado herido grave al copiloto salmantino que tripulaban el Canadair que cayó ayer en Lobios. El incendio ha consumido ya unas 400 hectáreas de monte. Se encuentra en una zona de picos montañosos, de difícil acceso, a la que no pueden llegar las motobombas y apenas las brigadas terrestres, por lo que la actuación de los medios aéreos fue clave para reducirlo en las primeras horas. Sin embargo, por el lugar en el que se originó y la dificultad de combatirlo, fuentes conocedoras de la zona apuntan que se prevé que la extinción pueda prolongarse varios días. Ayer no había riesgo para los pueblos, pero el peligro puede aparecer si hay cambios de viento y en función de si se puede atajar el fuego actual.

El sonido de los aviones y helicópteros de extinción se está convirtiendo en habitual en las últimas jornadas en la provincia de Ourense, muy golpeada por los incendios tras semanas de altas temperaturas. También el humo y el olor a quemado, que se extienden por el centro y sur de la provincia.

En la jornada de este domingo, está activo un incendio en Chandrexa de Queixa que supera las 25 hectáreas. Afecta a la parroquia de Requeixo.

Lobios, muy cerca de la frontera de Lindoso, es ahora la zona más afectada. Pero el Xurés ha estado ardiendo en los últimos días en otros puntos, con fuegos en Requiás (Muíños, 51 ha) y A Fraga (Lobeira, 30 ha), que ya se encuentran estabilizados o extinguidos.

Los fuegos en el Xurés, como en otros puntos de la provincia, son recurrentes, pese a los esfuerzos por mantener la zona natural protegida y con medios para actuar pronto en caso de incendio. El problema que está sufriendo Portugal en los últimos años, también con la despoblación del rural como causa de fondo, es una bomba de relojería para el territorio natural ourensano, pues el fuego no distingue fronteras. Solo esta semana, y a la espera de que se perimetren las superficies quemadas, han ardido en los incendios del Xurés más de 300 hectáreas.

Por ahora, la superficie afectada no es comparable a los miles de hectáreas que ardieron en los últimos grandes incendios (Entrimo, 2016), (Lobios y Muíños, 2017). Sin embargo, las condiciones meteorológicas siguen siendo muy adversas y la acción de los incendiarios sumadas a las imprudencias y negligencias favorecen que la zona vuelva a estar en un momento de alto riesgo. 

Una comisión de aviación investigará las causas de la caída del Canadair

La BRIF de Laza fue de las primeras en llegar a la zona de Lobios en la que se accidentó el avión anfibio Canadair alquilado por el servicio portugués de combate de incendios forestales. El accidente causó la muerte del piloto portugués, de 65 años, y heridas graves al copiloto, salmantino de 38, que fue evacuado a un hospital luso por un helicóptero de salvamento marítimo. En el rescate colaboraron el GES de Lobios, los bomberos de la Mancomunidad Terra de Celanova, la Guardia Civil y Protección Civil. El avión cayó en una zona de monte de difícil acceso y los GES colaboraron en el descenso del cuerpo del fallecido hasta un lugar en el que pudo ser trasladado por el vehículo del servicio judicial, una vez que el forense acudió para el levantamiento del cadáver, a media tarde. La Policía Judicial de la Guardia Civil de Ourense hará una investigación, aunque el grueso de la averiguación de las causas del accidente aéreo corresponde a una comisión de aviación civil.

El trágico accidente suscitó numerosas muestras de condolencia, sobre todo de otras servicios de emergencia que se solidarizaron con los trabajadores de estos servicios de extinción, pero también de las más altas autoridades políticas, como los presidentes Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijoo, que escribieron sendos tuits de pésame.