Vuelven las obras a la Plaza de Abastos tras marcharse los okupas

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE

OURENSE

Obras en la Plaza de Abastos Número Uno
Obras en la Plaza de Abastos Número Uno Santi M. Amil

Algunos dejaron ropa y otras pertenencias y el Concello se las guardará

05 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Son unas obras que se hacen de rogar. El Concello de Ourense solicitó la subvención del 1,5 % cultural del Ministerio de Fomento para la rehabilitación de la Plaza de Abastos Número Uno en el año 2014, pero el pasado mes de marzo, cuando por fin llegaron las máquinas al edificio histórico, los operarios se encontraron a varios okupas. Después de un largo proceso, en el que tuvo que intervenir un juez, todos ellos han abandonado el inmueble y el Ayuntamiento ha podido retomar las obras.

Los okupas llevaban meses allí y el gobierno municipal solicitó su desalojo en el juzgado, pero la declaración del estado de alarma por el coronavirus paralizó la actividad judicial. El Concello ha tenido, por lo tanto, que esperar a que se retomase la normalidad y, finalmente, el juez dio un plazo a los okupas para abandonar el edificio. Ese ultimátum terminó este lunes y el martes a primera hora de la mañana la Policía Local acudió a la Plaza de Abastos para comprobar si aún seguía alguien allí.

No fue así. Todos ellos se habían marchado y Sonia Ogando lo celebraba en declaraciones a La Voz de Galicia porque, según dice, se trata de una infraestructura de «vital importancia» para la ciudad. Fue ella, la concejala popular de Urbanismo, la que tomó las riendas de este asunto, aunque la edila quiso agradecer también la colaboración de otros departamentos y técnicos municipales. Fue, según dijo, un trabajo «en equipo» y con el objetivo de resolver la situación de la forma «más rápida y segura».

Demolición de los puestos

Ogando explicó que el gobierno municipal contrató a una empresa para retirar las pertenencias de los okupas, que en algunos casos dejaron allí bicicletas, un carrito de bebé, maletas y otros enseres. Todo ello ha sido inventariado y trasladado a unas instalaciones municipales en el campo de la feria. El Concello de Ourense lo guardará durante tres meses por si sus propietarios lo reclamasen. Terminada la mudanza, las máquinas de la empresa Acciona -adjudicataria de las obras de rehabilitación- pudieron volver al trabajo y a mediodía ya comenzaban las tareas de demolición de los puestos que aún seguían en pie, precisamente los que fueron ocupados.

Acciona disponía, cuando se le adjudicó el proyecto, de 18 meses para su ejecución, aunque el estado de alarma y la presencia de okupas han tenido paradas las obras. Esta actuación prevé la rehabilitación integral del edificio histórico ourensano, considerado BIC (Bien de Interés Cultural). Esta remodelación tendrá un coste de 4,8 millones de euros, una cifra en la que no se incluye el traslado de la actividad comercial de los placeros a una ubicación provisional en la explanada de la Alameda.