«La colaboración fue inmediata y estamos muy agradecidos»

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

OURENSE

Lucía

Busca a las personas que la ayudaron mientras su coche ardía en la A-52

14 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La ourensana Eva Conde-Corbal se iba a Toledo junto a su marido y su dos hijos cuando el coche en el que viajaban comenzó a perder velocidad. Lo detuvieron en el arcén de la A-52 a la altura de Riós y solo les dio tiempo a salir del coche, sacar a los niños y las maletas, porque el vehículo se puso a arder. Cuenta Eva que a los pocos minutos de que esto ocurriese un coche se detuvo sin dudarlo detrás del suyo. De él salieron Carlos y Silvio, dos chicos de la comarca de A Limia que en cuanto vieron a la familia decidieron parar a ayudarla en lo que pudiesen. «Se involucraron totalmente. Desde el minuto uno se quedaron con nosotros e intentaron de todas las formas tranquilizar y entretener a los niños mientras nosotros llamábamos a los servicios de emergencia, quienes también actuaron de maravilla», explica la ourensana.

No fueron los únicos. Minutos después paró otro coche y de él bajaron dos personas que se lanzaron a apagar el fuego con ayuda de un extintor industrial. «Conocían muy bien la zona, así que en cuanto pasaron y vieron nuestro coche arder, se dirigieron a la gasolinera más cercana y volvieron pitando para apagar las llamas», recuerda Eva. Entonces llegaron los bomberos y la Guardia Civil. Todo quedó en un susto pero esta familia ourensana sabe que no olvidará la ayuda que le brindaron personas a las que no conocían de nada: «La colaboración fue inmediata y estamos totalmente agradecidos». Ya desde Toledo y a través de sus redes sociales, Eva está intentando encontrar a las personas que los socorrieron. Por ahora ha localizado al limiano Carlos Penín, conductor del primer coche. Dice que ella y su familia quieren agradecerles lo que hicieron con algún gesto bonito. «Creo que de toda circunstancia mala se puede extraer algo bueno. Ellos han sido ese punto positivo y nos encantaría que lo supieran, de verdad», termina.