Desde el área de Infecciosas del CHUO avisan de que el patógeno aún está circulando
09 jul 2020 . Actualizado a las 18:27 h.Desde el primer positivo por coronavirus documentado por el Sergas en la provincia, el 8 de marzo, han pasado ya cuatro meses. Se sospecha que el foco original fue una reunión de docentes celebrada en León a finales de febrero, a la cual habían asistido maestros del colegio ourensano Salesianos y de la cual se intuye que contribuyó a esparcir el patógeno por el noroeste del país. A este encuentro, en concreto, no había asistido la profesora que dio positivo posteriormente. Sin embargo, los datos que maneja el Instituto de Salud Carlos III en base a las analíticas de las PCR practicadas a escala estatal indican que el virus podría haber estado circulando por la provincia ya a inicios de febrero, cuando en España todavía no había restricciones a la movilidad e Italia aún asistía a sus primeros contagios.
En el caso de Ourense, la curva de casos activos marcó el pico el día 28 de abril, cuando se contabilizaron un total de 1.328 afectados, de los que 140 estaban ingresados entre los hospitales de la ciudad, Verín y O Barco de Valdeorras. Desde entonces, y salvo algún leve repunte, la tendencia fue a la baja. A día 1 de mayo el número de afectados era de 673, cuando el Sergas comenzó a contar las altas epidemiológicas de personas a domicilio y no solo las altas hospitalarias. A finales del mismo mes se contabilizaban 75 enfermos. Y desde entonces, la curva se fue aplanando en descenso: de los 26 casos activos que contabilizaba el Sergas a comienzos de junio se pasó a los 20 al término del mes, siempre con nuevos contagios y también altas entre medias. Y llegó julio, con un paulatino goteo de recuperaciones que ha llevado a la provincia desde la veintena de casos bordear el final de la epidemia.
Ahora, Sanidad cifra en los 2 casos activos de covid-19 constatados en el área sanitaria provincial. Ambos permanecen en régimen de aislamiento domiciliario y a seguimiento por los profesionales de teleasistencia médica del CHUO. Sin embargo, este aislamiento tiene sus matices, según indican desde el área de Infecciosas del hospital ourensano. Muchos de los pacientes que han ido cayendo de la lista de casos activos en las últimas semanas ya estaban, poco a poco, saliendo de sus casas para ir recuperando forma física o porque simplemente estaban aquejados de secuelas como dolores torácicos, articulares o pérdida sensorial del olfato.
El temor a un rebrote en otoño
María Bustillo, facultativa del área de Infecciosas del CHUO, avisa sobre la rapidez con la que se han descuidado las medidas de protección tras el bajón de la curva de afectados y la vuelta a las calles. «Hay gente que igual se comió el virus en su casa durante el confinamiento y que no se ha enterado. El virus aún circula y nosotros también circulamos. Va a volver, eso es seguro, pero también estoy convencida de que no será como antes porque ya nos hemos enfrentado a esto y el hospital estará mejor preparado para reaccionar», dice Bustillo. Con todo, pone el foco en el período de otoño e invierno, coincidiendo con la gripe estacional. «Es la temporada de neumonías, y ahora el covid-19 también estará presente», alerta.