Los drones dibujan la etapa romana de Valencia do Sil, con un asentamiento de casi 200 personas

Pablo Varela Varela
Pablo Varela OURENSE / LA VOZ

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Los arqueólogos del grupo Sputnik Labrego confirman que los habitantes «seguramente explotaban cobre o hierro»

29 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Al igual que en la época contemporánea, la minería vertebró el pasado económico de la comarca de Valdeorras, donde los romanos ya tenían echado el ojo a las vetas de cobre y hierro en la zona. «Y seguramente es lo que explotaban en este yacimiento de Valencia do Sil, por los análisis que hemos realizado, pero aún no hemos determinado al 100 % qué extraían exactamente», dice Carlos Tejerizo, director del proyecto Sputnik Labrego.

Esta semana, el equipo que trabajó en la excavación del paraje presentó ante la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural la memoria interpretativa de la intervención realizada en septiembre del año pasado. En ella, los arqueólogos dibujan un asentamiento tardorromano que, a mediados del siglo cuarto y posiblemente durante el quinto, acogió a unas 200 personas. «Es una cifra que siempre será aproximada. La calculamos tras un vuelo con drones y la prospección del lugar, donde aún hay vegetación. El asentamiento es de 2,3 hectáreas y en él se encontró una unidad familiar donde podían tener cabida entre cinco y ocho personas. Es posible que hubiese unas 30 de este tipo», dice Tejerizo.

En cierta forma, el enclave sigue un patrón similar al de otros de índole similar que se encuentran esparcidos por el norte peninsular, donde los romanos buscaban extraer mineral en puntos estratégicos. Y el de Valencia do Sil debió de serlo, porque en Sputnik Labrego sospechan que este asentamiento «pudo ser reocupado posteriormente en el siglo dieciséis, con zonas para viñedos, aunque esto también está por confirmar». En el lugar se han hallado algunos trozos de cerámica y también se buscan respuestas para saber si, antes de la presencia tardorromana, hubo inquilinos previos. «Pero este es un trabajo que queremos llevar a cabo más adelante, porque son estimaciones con las que hay que tener cuidado», ilustra Tejerizo.