La compañía justifica en un cambio contable los números rojos y presenta un proyecto de inteligencia artificial
19 jun 2020 . Actualizado a las 18:45 h.La foto fija de las cuentas de la compañía de moda ourensana, Adolfo Domínguez, antes de la crisis del covid-19 viene marcada por un contraste entre el buen comportamiento de las ventas y el resultado en negativo de la cuenta de resultados. Así, el ejercicio fiscal del 2019, la firma dirigida por Adriana Domínguez lo finalizó con unas pérdidas netas de 8,3 millones de euros. El director general de Adolfo Domínguez, Antonio Puente, explicó que este mal resultado se debe a la decisión de retirar de su balance los activos por créditos fiscales siguiendo las consideraciones publicadas por la Autoridad Europa del Mercado de Valores (ESMA). «No tiene un impacto real, es un cambio contable», explicó. De hecho, aseguró que retirando de la ecuación esa cifra el resultado neto hubiese rozado el equilibrio.
Las ventas antes de la llegada del covid-19 tuvieron un buen comportamiento para Adolfo Domínguez. Las totales crecieron un 2,6 % hasta alcanzar los 115 millones de euros, lideradas por el aumento de la tienda online, que creció un 24,5 % en el último año. En lo que se refiere a las ventas comparables (las tiendas que permanecieron abiertas en ambos períodos) fue del 5,9 %. Estos datos explican que el Ebitda (resultado operativo) sea positivo y duplique la cifra del año anterior con un incremento de 2,2 millones de euros. Esa cifra se eleva hasta los 11,3 millones de euros se se aplican las nuevas normas contables sobre los alquileres de locales.
Sobre el impacto que el covid-19 ha tenido en la compañía, Antonio Puente explicó que en la actualidad están abiertas la mitad de las tiendas en el mundo (196), mientras que los trabajadores que continúan en el ERTE es algo mayor a ese 50 %. En lo que se refiere a las sensaciones del mercado, apuntó que la recuperación será gradual y que «aún no estamos a niveles de antes de la crisis».
ADN, la apuesta por la inteligencia artificial
Adriana Domínguez presentó en sociedad un proyecto de inteligencia artificial que permitirá seleccionar las prendas y complementos, adaptadas a cada cliente, y enviarlos a su casa sin que hayan tenido que probarlos en la tienda. Las clientas que participen en esta iniciativa -de momento solo está disponible en España y para la colección femenina- recibirán en su domicilio una selección de cinco prendas basadas en sus gustos y compras anteriores, en caso de que ya sea clienta. La elección se realizará gracias a un algoritmo y a la aportación de un equipo de estilistas. Una vez que reciba el pedido, solo pagará las prendas que definitivamente se quede. ADN ha sido desarrollado durante un año po un equipo de expertos y cuenta como proveedor de desarrollo con el grupo español de tecnología AIA, que trabaja con clientes como la NASA. «Queremos adivinar lo que quiere nuestra clienta casi antes de que lo sepa ella misma», explica Adriana Domínguez, presidenta y consejera delegada del grupo.
Fichaje desde Sociedad Textil Lonia
El grupo de moda de autor liderado por Adriana Domínguez, que desde hace unas semanas tomó el relevo en la presidencia de Adolfo Domínguez, ha reforzado su comité de dirección con el nombramiento de cuatro ejecutivos. Uno de ellos llega desde Sociedad Textil Lonia, la firma que explota las marcas Purificación García y Carolina Herrera CH y que también lleva el sello de la familia Domínguez. Se trata Miguel J. Garrido, que es el nuevo director financiero de la firma. Los otros nombramientos son: José Carlos Lorenzo, nuevo director corporativo; Carlos Arjiz, director de comunicación y visual; y Miguel Vázquez Caride, director de tecnologías de la información.