El Valente se sumó a los espacios que se van abriendo paulatinamente al público
08 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El coronavirus ha trastocado de forma radical nuestras vidas un siglo después de la famosa gripe española de los años 1918-19 y de los no menos recordados felices años 20 -locos en algunas versiones-. El anuncio del Gobierno que permitía la reapertura de bibliotecas y museos pilló con el pie cambiado a las administraciones competentes, entre otras la Xunta, y el reencuentro con los ciudadanos y con la normalidad se está haciendo esperar. Las bibliotecas ya van camino de regularizar prácticamente al completo sus prestaciones y a los museos se les está haciendo cuesta arriba la desescalada. Una circunstancia que en la mayoría de los casos está relacionada con las medidas a adoptar y las exigencias marcadas por el Gobierno.
El primer espacio expositivo en abrirse al público fue la sala de la Escolma de Escultura que el Arqueolóxico tiene en el recinto monumental de San Francisco. La única referencia abierta al público en una ciudad que sigue con detenimiento el avance de las obras de rehabilitación de la sede del Arqueolóxico en la Praza Maior de Ourense.
Otra de las instalaciones vinculadas a la Xunta, el Museo Etnolóxico de Ribadavia, abría sus espacios al público días después. En la capital de O Ribeiro también se materializó la reapertura del Museo do Viño de Galicia y precisamente en la antigua rectoral de Santo André de Camporredondo abrieron este fin de semana su temporada de verano: estará abierto al público de 10.00 a 14.30 y de 17.00 a 20.30 horas. Se ofrecen visitas gratuitas para grupos reducidos -11.00 y 17.30 horas- y también familiares -12.00 y 18.00 horas-.
El último recinto en incorporarse a la red de espacios expositivos abiertos al público es el Centro Cultural José Ángel Valente, que abría sus puertas este viernes. En el caso de los espacios vinculados al Concello de Ourense aún no se han abierto las instalaciones del Museo Municipal de la calle Lepanto, el claustro de San Francisco y el Museo de Arturo Baltar -que incluye el belén creado por el desaparecido escultor ourensano-.
La obligatoriedad de contar con mamparas para el personal, rotulación y señalización para separar los recorridos, geles, guantes y otros materiales está retrasando la apertura de estos recintos.
La exposición antológica de David Rubín en la sala de Afundación se pasa al otoño
Las condiciones a cumplir para poder abrir al público los museos también motivan que muchos de los espacios que existen en la provincia, sobre todo vinculados a las administraciones locales, hayan ido aplazando su reapertura.
En la villa de Allariz el Concello no contempla, por ahora, retomar la actividad de sus tres puntos expositivos: los museos de la Moda, Xoguete y Coiro. Desde la administración local se trabaja con la previsión de abrir al público las instalaciones en julio, cuando se haya normalizado la situación de alerta motivada por el coronavirus. Tampoco en Verín se cuenta con una fecha para reabrir el Museo Claustro Mercedario.
Del Simeón a la Praza Maior
Otros puntos de referencia en la actividad museística y expositiva en la ciudad van recuperando el pulso o valoran nuevas alternativas. En el Centro Cultural Marcos Valcárcel ya se ha normalizado el funcionamiento y se ha recuperado el horario habitual, tras permitir solo el acceso al público por las mañanas en los primeros días de apertura.
En el espacio cultural de Afundación en la Praza Maior de Ourense la situación es diferente. Tras clausurar la muestra del castro de Santomé estaba previsto montar una antológica del ilustrador ourensano David Rubín. El estado de alarma y la imposibilidad de desplazarse a Ourense, Rubín vive en Madrid, impidieron que se pudiese acometer el montaje que estaba previsto. Con escaso margen de maniobra, la sala cierra en agosto, Afundación está barajando montar una de sus exposiciones itinerantes. La de Rubín se podrá ver en otoño.