Alfonso Dopazo y su hijo realizan este tipo de piezas para vehículos clásicos y modernos
05 jun 2020 . Actualizado a las 08:22 h.Alfonso Dopazo es la persona al frente de Radiadores Alfonso, en la avenida de Buenos Aires de la capital. Negocio que actualmente comparte con su hijo, también Alfonso. Expertos en su trabajo como ninguno, reparan y fabrican radiadores para coches de todo tipo, aunque hay piezas concretas en las que trabajan con especial emoción. Ese el caso de uno de sus últimos encargos: el radiador de un Rolls-Royce Phantom de 1930. «Es para un cliente de Valencia, nos llamó y encantados nos pusimos con ello», dice Alfonso hijo. La afición por los coches y por también por las motos antiguas les viene desde siempre, tanto que se la han contagiado el uno al otro. «Mi padre ahora está restaurando en sus ratos libres un Vanguard Standard fase 3. Somos soldadores y nos gusta muchísimo lo que hacemos. Nos atrevemos, buscamos la pieza perfecta, estanca, la solución al problema», añade. El radiador ourensano llegó a Valencia el fin de semana y el resultado ha sido óptimo. «Llevamos la humildad por bandera, pero que el secreto está en la precisión y en la calidad», termina.