Los delitos caen en la provincia alentados por el estado de alarma

Marta Vázquez Fernández
M. Vázquez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Santi M. Amil

En el primer trimestre bajaron los delitos graves y la media diaria de infracciones

24 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El estado de alarma ha cambiado la vida de todos los ciudadanos y los delincuentes también se han visto obligados a «confinar» sus actividades al margen de la ley. Así, tras un 2019 en el que la criminalidad registró un incremento en la provincia de Ourense, el primer trimestre del año ha supuesto un respiro para las fuerzas y cuerpos de seguridad, ya que las infracciones penales han caído.

Así lo indican los datos del Ministerio de Interior. Aunque esas cifras se refieren solo a lo ocurrido hasta el 31 de marzo, en ellas ya se reflejan los efectos que ha tenido la obligación impuesta a los ciudadanos de salir de casa solo con un motivo justificado, arrojando ya el balance un descenso del 4 % en los delitos y faltas. En total, en esos tres meses se han contabilizado 1.868 infracciones, lo que supone una media de veinte diarias en toda la provincia. Es el mejor dato de los últimos años tras el cual se esconde una reducción en hechos delictivos como el tráfico de drogas, las lesiones graves y algunos delitos contra la propiedad. No se produjo en ese tiempo ningún delito de homicidio en grado de tentativa y bajaron también los ataques contra la libertad sexual, con trece denuncias por este tipo de situaciones.

Asimismo, cayeron un 16 % los delitos contra la salud pública, con diez casos que están siendo objeto de investigación en los juzgados de la provincia. Los mayores retrocesos se observaron en hechos especialmente preocupantes tanto para los ciudadanos como para las autoridades, como son los robos con fuerza en domicilios, que pasaron de los 79 casos del 2019 a los 57 del 2020. Los asaltos en bares, comercios y otros negocios abiertos al público han sido este año también menos frecuentes, con 111 casos entre enero y marzo, frente a los 129 del ejercicio pasado.

Eso sí, no en todos los actos ilícitos hubo descensos. La parte menos positiva de la estadística es la que evidencia que repuntaron los robos con violencia e intimidación, con 32 casos denunciados en ese primer trimestre, así como las agresiones sexuales graves, con tres denuncias que ya están judicializadas. También siguen abiertas en un juzgado de instrucción de la capital las diligencias por un delito de homicidio ocurrido este año en la ciudad, y que por ahora no está resuelto. Se trata de la muerte del dueño del propietario de un bar de la calle Colón, que fue apuñalado dentro de su propio negocio a primeros del mes de febrero. El crimen, que se investiga por parte de los agentes de Policía Nacional, supone también otro hito preocupante en la delincuencia en la ciudad, tras un 2019 sin que se registrara ningún homicidio o asesinato.

Y es que es en la capital de la provincia donde la criminalidad preocupa especialmente a las fuerzas de seguridad, no solo porque concentra un alto porcentaje de todos los delitos ocurridos en la provincia, sino también porque aunque este primer trimestre se ha notado un descenso de los casos, la reducción ha sido menor que en total general. Así, se ha pasado en un año de 1.032 casos a 1.008, una diferencia de apenas un 2%.

Han subido entre enero y marzo las sustracciones de coches, los robos con fuerza en domicilio así como los asaltos con intimidación. Preocupa, asimismo, un ligero repunte en las violaciones si bien han dado un paso atrás los delincuentes especializados en asaltar negocios y locales abiertos al público, así como los traficantes de droga. Con estos datos sobre la mesa, y en medio ya de un proceso de desescalada, habrá que ver si los delitos, o los delincuentes, dejan atrás su particular confinamiento.