Desde que comenzó la crisis y se decretó el estado de alarma, los ciudadanos hemos estado saliendo todos los días a las ocho de la tarde a nuestros balcones para aplaudir a los sanitarios. Era nuestro pequeño homenaje a todos esos hombres y mujeres que han estado en primera línea, cuidando a quienes más lo necesitaban.
Ahora que el desconfinamiento ha empezado, es a los ciudadanos a los que nos toca estar a la altura de las circunstancias. Es responsabilidad nuestra evitar nuevos rebrotes del virus actuando de forma responsable cuando salimos a la calle, y si esas aglomeraciones en las terrazas y esos incumplimientos descarados de la distancia social persisten, está visto que en un mes nos vuelven a confinar.
Nos toca también estar a la altura como consumidores. No hay duda de que de esta crisis solo saldremos si todos arrimamos el hombro, así que apostar por los comercios de nuestro barrio parece casi una obligación. Ahora que ya sabemos lo que son las ciudades y los pueblos sin ellos, tenemos la oportunidad de poner nuestro granito de arena para que esas pequeñas tiendas de las que viven tantas familias sigan formando parte de nuestro día a día.
Y no podemos olvidarnos de quienes lo han perdido todo en esta crisis, o casi todo, y necesitan ayuda para pagar el alquiler o dar de comer a sus hijos. Muchas asociaciones se están volcando con ellos, pero con la colaboración de todos, por pequeña que sea, podrán llegar a mucha más gente. La duda ahora es si seremos capaces de merecernos nosotros el aplauso. ¿Estaremos a la altura?