El representante de la Xunta citaba los casos de Coren y las vinícolas de O Ribeiro y A Rúa
12 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El cooperativismo agrario centraba unas jornadas que se celebraban en 1985 en Madrid, en la sede del Instituto Nacional de Industria. En las mismas participaba, en representación de la Consellería de Agricultura de la Xunta, el subdirector general de Extensión y Desarrollo Tecnológico, Francisco Barreiros.
Uno de los aspectos en los que centró su intervención en las jornadas fue en la singularidad de los montes en mano común gallegos y el aprovechamiento de los mismos. Según los datos aportados por Francisco Barreiros, que participó en la cita madrileña junto a personal de Extensión Agraria, en aquel momento existían en Galicia cerca de 70 cooperativas dedicadas a explotaciones comunitarias de la tierra. El principal problema que se encontraban estas cooperativas, según ponía encima de la mesa el representante de la Xunta, era el exceso de mano de obra en la mayoría de los casos, problema que se solucionaba cuando se dedican esas mismas familias a otras actividades complementarias. Una de las fortalezas del cooperativismo gallego la constituía en aquel 1985 el sector vinícola «donde se están consiguiendo resultados positivos, como sucede en las 7 cooperativas que existen en la provincia de Orense». Destacaba el caso de la Cooperativa del Ribeiro y los logros alcanzados en A Rúa con los vinos de variedad autóctona de godello.
Barreiros también hacía hincapié en la singularidad de un proyecto como el liderado por la firma Coren.